Umtiti y Pjanic ‘pagan’ por Messi y el francés falta en la entrega del trofeo

CONTRACRÓNICA

Fueron pitados, seguramente por la relación entre su rendimiento y sus altas fichas en un escenario de crisis que ha impedido renovar a Leo, y el francés, posiblemente molesto, se fue al vestuario antes de tiempo

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El Barça, con la única ausencia de Umtiti, posa con el trofeo Joan Gamper

El Barça, con la única ausencia de Umtiti, posa con el trofeo Joan Gamper

Pep Morata

El FC Barcelona anunció el jueves que Leo Messi no seguirá en el Barça. Joan Laporta explicó los motivos económicos el viernes. Y el argentino se despidió ayer por la mañana entre lágrimas. En el Gamper, horas después, comenzaba definitivamente para el Barça una nueva vida sin el ‘10’ repleta de interrogantes, pero, aunque no estuvo presente, el crack argentino siguió siendo el protagonista. No podía ser de otra forma. La sombra del mejor jugador del mundo y de la historia del club es y será muy alargada. Se vieron pancartas y camisetas en su honor.

Que el motivo de la marcha de Messi, posiblemente al PSG, sea, de forma muy resumida, que el club no tiene dinero para pagarle provocó que una parte de los 2.924 aficionados presentes la tomaran con algunos jugadores con fichas muy altas que están aportando muy poco al club. Samuel Umtiti, lastrado por las lesiones en los últimos años, y Miralem Pjanic, que no cuenta para Ronald Koeman, fueron los principales destinatarios de los pitos. También hubo silbidos menos notables para Dembélé o Coutinho.

Luego, durante el partido, pese a la buena imagen del equipo, volvieron los abucheos a Umtiti, el único de los cuatro que jugó, cuando saltó al césped y cuando tocó su primer balón. El sentido común se impuso con el paso de los minutos y los aplausos a Umtiti ganaron a los pitos en las siguientes acciones. No, el central francés no tiene la culpa del adiós de Leo. No le sentó bien y no se quedó a la entrega del trofeo.

El nombre de Messi fue coreado en distintos momentos, siempre con sentido. Primero, cuando Sergio Busquets le nombró en su primer discurso como capitán; después, en el minuto 10, por su dorsal; y, ya no como homenaje, sino para provocar, cuando Cristiano, el eterno rival del argentino en los premios individuales, se disponía a lanzar una falta poco antes del descanso.

También se acordaron todos de Messi, pero en silencio, cuando el Barça provocó dos faltas cerca del área ideales para un zurdo. Las lanzó Griezmann sin fortuna: una alto y otra a la barrera

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