Pues al final se dio. Dani Olmo, diez años y numerosos intentos después, volverá a la que considera su casa, el FC Barcelona. Un fichaje que se hará oficial este viernes, pero que anteriormente quedó truncado en varias ocasiones: hubo hasta cuatro intentos claros que no llegaron a buen puerto.
La primera vez que el Barça intentó firmar a Olmo fue en 2016, pero para que se incorporara al filial que acababa de lograr el ascenso a Segunda División A de la mano de su amigo Carles Aleñà o Marc Cucurella, entre otros. Entonces, Dani militaba en el primer equipo del Dinamo de Zagreb y Pep Segura, que no quería repescar a jugadores que habían salido del club, no quiso pagar por el canterano, que prefirió seguir jugando en el mejor equipo de Croacia, con quien también disputó la Champions League.
Pero ya desde entonces el Barcelona, mandara quién mandara y a pesar de los constantes cambios en la dirección deportiva, siguió muy de cerca a Dani Olmo. En 2019, cuando fue uno de los líderes de la selección española Sub-21 que ganó el Europeo su nombre se volvió a vincular al club azulgrana, pero aquel verano en Zagreb pedían 40 millones. Finalmente sí salió de Croacia pero fue en enero de 2020 y rumbo a Leipzig a cambio de 30 millones de euros, el traspaso más caro jamás realizado en la liga croata. El Barça no quiso apostar tan fuerte por él en aquel momento y se retiró de la puja pero lo mantuvo siempre en cartera.
De hecho, en verano de 2021 volvió a la carga a por el egarense. Entonces fue Mateu Alemany cuando el último día de mercado intentó firmar a Olmo mientras estaba negociando la salida del Antoine Griezmann al Atlético de Madrid. El ejecutivo balear preguntó al Leipzig, con la predisposición del jugador que se imaginaba volviendo a casa con el dorsal 7 que dejaba el francés. Pero el Leipzig, que aquel verano había negociado duramente con el Barça por Moriba, no cedió. Pidió 75 millones de euros por el internacional español, mientras que el cuadro catalán propuso, por temas de ‘fair play’ una cesión con opción de compra o un traspaso por bastante menos.
El Barça no pudo cerrar entonces la operación pero Alemany quedó con sus agentes que volvería a la carga. Se vieron en septiembre, pero la situación se enfrió en invierno. Dani era un jugador que gustaba a Xavi Hernández, que acababa de llegar al banquillo, pero en invierno le ofrecieron a Ferran Torres, un futbolista de perfil parecido y que estaba a tiro porque quería salir del City. El Leipzig, por su parte, no iba a ponerlo fácil en el mercado de enero porque se estaba jugando la clasificación para la Champions.
Se firmó al de Foios, pero Xavi siguió pendiente de Dani. En Qatar, durante el Mundial se acercaron a su entorno pidiéndole que no renovara para llegar libre, pero el Leipzig le propuso un gran contrato y Olmo no podía esperar al Barça que ya le había dejado con la miel en los labios en varias ocasiones. Renovó y parecía que el tren se escapaba. Aunque lo impidió Deco. El director de fútbol azulgrana trabajó en silencio desde hace varios meses, manteniendo el contacto con su entorno y moviendo los hilos correctos. El martes lo trajo, ahora sí, de vuelta a Barcelona