1. UN CÓRNER PUSO PREMIO Y SENTIDO AL BETIS
Era un partido de gran importancia por dos vías para el Barça: la numérica y la psicológica.
Frente a un Betis con buena dote ofensiva -Pellegrini alineó un 4-4-2 con Antony, Fornals, Lo Celso y Cucho Hernández-, los azulgrana entraron al césped para aprovechar el triunfo del Valencia en el Bernabéu. Tardó poco el conjunto de Flick en marcar el 1-0 gracias a Ferran Torres, moviéndose por la zona Lewandowski, y entrando Gavi por uno de los pasillos del equipo verdiblanco. El interior blaugrana se presentó ante Adrián, minuto 7, y lo batió con un perfecto derechazo.
Jugaban De Jong y Pedri pero la amenaza al contragolpe era Antony. Cada vez que pudo coger la pelota llevaba al Betis a campo azulgrana y al Barça a tener que replegar de forma urgente.
Pero no fue por ahí por donde llegó el castigo para el once de Flick: en el minuto 17, un córner, un centro perfecto de Lo Celso y el cabezazo de Natan igualó el partido. Araujo no pudo con el central brasileño y Szczesny quedó en absoluta desventaja.
El Betis cerró filas en campo propio y no le importó quedarse sin degustar la pelota.
2. EL BARÇA NO ENCONTRÓ A LEWANDOWSKI
Era difícil conseguir oportunidades pese al empeño de Pedri y Gavi atacando cerca de la defensa visitante. Con Lamine sucedía que eliminaba a Perraud pero no remataba faena. Adrián le sacó un gol y por no rematar con la diestra, perdió la otra ocasión.
El Betis no era perfecto porque en un par de salidas, inició de juego, falló pero el Barça no lo castigó. Cada vez que una acción parecía gol inminente, Bartra y la defensa verdiblanca taponaban o despejaban la pelota.
Los jugadores de Hansi Flick querían mantener el ritmo alto y consiguieron minimizar al Betis pero no sacarle partido a su mejor especialista en área rival.
Robert Lewandowski estaba casi siempre cerca de todos los momentos en los que el Barça consiguió ocasión de gol pero en ninguna pudo probar. Muchísima elaboración con poca precisión centrando para disgusto del goleador azulgrana.
3. LA MEJOR, LA DE KOUNDÉ
Era un partido cerrado por parte visitante en el que otro gol decantaría, casi al cien por cien, el encuentro. Los cambios fueron en dirección atacante por parte de Flick pero también por parte de Pellegrini. Había que ver quiénes llegaban mejor a los minutos finales con el Barça insistiendo y el Betis resistiendo.
La historia final del partido nos dejó muchos intentos por parte de Lamine, Fermín y Raphinha pero de todas, una gran ocasión en las botas de Jules Koundé.
En el mismo pasillo que utilizó Gavi, el lateral entró, recortó y engañó a Natán pero con el remate final descubrió su carencia: remató ‘a lo que saliera’ en vez de ponerla donde no estaba tapando portería Adrián. No es un delantero y no es zurdo.
Lo escrito, en un partido tan bien cerrado por el Betis, aprovechar un error y no encontrar a Lewandowski, resultó determinante. Un punto más, un partido menos.