Dos temibles equipos franceses (Lyon y PSG), dos enormes conjuntos alemanes (Wolfsburgo y Bayern), un inglés potente (Chelsea), un noruego peligroso (LSK Kvinner) y un checo amenazante (Slavia de Praga) son los posibles rivales en cuartos de final de la Champions League femenina del FC Barcelona, que cumplió con el trámite en Escocia ante el Glasgow City (0-3) y se clasificó con un global de 8-0. Para el sorteo del 9 de noviembre, donde también se definirán los cruces de semifinales, las preferencias azulgranas se acercan más a las dos últimas escuadras citadas que a las cinco primeras,
Sin la sancionada Kheira Hamraoui ni las lesionadas Lieke Martens y Stefanie van der Gragt, Fran Sánchez Bas dio la titularidad a algunas jugadores menos habituales en el once últimamente como las laterales Gemma Gili y Melanie Serrano o la delantera Natasa Andonova.
Con buen criterio, no dio descanso a la azulgrana más motivada en Glasgow: la ariete inglesa Toni Duggan, que jugaba bajo la vigilancia en la grada de su seleccionador, Phil Neville, uno de los míticos hermanos que hizo historia en el Manchester United. La delantera, en algunos partidos demasiado precipitada en la definición, tuvo la calma necesaria para abrir el marcador en el 13’ al resolver con calidad un mano a mano con la portera local tras un gran servicio en profundidad de Andrea Pereira.
El 0-1 acabó se sentenciar la eliminatoria, por si había alguna duda, pero el Barça siguió atacando en busca de un marcador más contundente. Andonova, Patri Guijarro y Andressa Alves pusieron a prueba a Alexander antes del descanso. El 0-2, sin embargo, no llegó hasta recién iniciada la segunda parte: Alexia Putellas picó el balón en el 47’ sobre la salida de la guardameta local tras asistencia de Vicky Losada. Y poco después, Duggan repitió al lograr el 0-3 con un buen control y mejor remate a la media vuelta. Andressa Alves vio su desmarque.
Con Claudia Pina en la selección Sub-17, la canterana Candela Andújar tuvo minutos en un Barça que dio la sensación al final de no querer humillar al Glasgow con un resultado de escándalo.