Los jugadores del Gimnàstic de Tarragona quieren dejar a un lado la polémica y están centrados en resolver con acierto el partido de vuelta. Todos entienden que el 2-1 es remontable dado que el Málaga no demostró ser tan fiero como en un principio se esperada, pues el conjunto de Dani Vidal, si está a su habitual altura, está más que capacitado para lograr el ascenso a LaLiga Hypermotion.
En el seno del club, eso sí, se espera que en la devolución de visita de los malagueños, el colegiado que asignen esté a la altura de lo mucho que se juegan los contendientes.
Y es que las quejas por el arbitraje de Palencia Caballero está en boca de todos los aficionados, ya que el primer tanto del Málaga, con dos balones en el campo, ha dado paso a todo tipo de controversias, pues el esférico que lanzó desde el saque de esquina Manu Molina le fue entregado rápidamente por un recogepelotas, mientras que el que provocó el córner fue a parar sobre la línea de fondo y allí Alan Godoy lo lanzó con la mano al interior del área lo que provocó el despiste de sus propios compañeros. También los seguidores de la escuadra grana que acudieron a La Rosaleda se quejan de los objetos que se lanzaron sobre que el portal defendido por Varo y del penalti no señalado sobre Òscar Sanz, que fue una copia del que castigaron a un Nàstic que lleva año y medio sin que le piten uno a favor.
Entradas agotadas
Este lunes ya se agotaron las entradas para el Nàstic-Málaga de este sábado (21h) en el Nou Estadi Costa Daurada, lo que significa que habrá unos 14.500 aficionados esperando ver el ascenso de su equipo, 500 de ellos, serán seguidores andaluces.
Difícil remontar, según la FCF
En lo anecdótico, el encuentro sería para el Nàstic muy complicado de remontar, teniendo en cuenta lo que puso la Federació Catalana de Futbol (FCF) en su página web, pues el Málaga-Nàstic reflejaba un resultado de 22-1. Así estuvo todo el fin de semana hasta que este lunes se corrigió el error.