La sombra de Anfield es muy alargada

A LA CONTRA

Jordan Henderson decidió dejar el Liverpool cuando era capitán, tuvo un paso frustrado por Arabia Saudí y no está tampoco muy contento en Amsterdam

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Jordan Henderson, jugador del Ajax

Dean Mouhtaropoulos / Getty

Hay estadios que, por su peso histórico y su afición, son icónicos. Muchos futbolistas persiguen el sueño de jugar en Old Trafford, aunque ahora mismo el Manchester United esté en horas bajas, en San Siro con Inter o Milan, incluso en el Signal Iduna Park ante el muro defendiendo la camiseta de los colores del Borussia Dortmund. Pero si hay alguno que ha demostrado trasmitir mucho más que el resto, es sin duda Anfield cuando entona su ya legendario ‘You’ll never walk alone’ a capela que pone, como aquel que dice ‘la gallina de piel’.

Por esto, tomar la decisión de dejar el Liverpool cuando eres uno de sus titulares indiscutibles es algo fuera de lo común. Se comprendió cuando Luis Suárez o Philppe Coutinho lo hicieron para dar el salto a un Barça que aspiraba a todo con Leo Messi como abanderado, pero no tanto cuando decidió un camino muy distinto Jordan Henderson, primer capitán y que, al término de su contrato, decidió poner rumbo a Arabia Saudí.

La sombra de Anfield es muy alargada. No tanto por las críticas que recayeron sobre el centrocampista e internacional inglés, al menos hasta ese momento, porque ya no lo es, sino por pasar de un ambiente tan agradecido como exigente. De ser entrenado por el mismísimo Jürgen Klopp, compartir campo con Mohamed Salah o Virgil van Dijk y formar parte de la familia ‘red’. Solo unos pocos meses fueron motivo suficiente para que Henderson se diera cuenta de su error y se convirtió en la primera estrella que rescindía para regresar a Europa. A uno de los grandes, el Ajax, donde la aventura no ha hecho sino que empeorar.

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Como uno de los jugadores con más galones, y también como veterano al sumar ya 34 años, se esperaba que el inglés diera un salto de calidad que, a la postre, no está llegando. Aterrizó en un Ajax con serios problemas deportivos que ayudó a maquillar, pero se exige y exige lo mismo que en Anfield a sus compañeros, toreando en otra plaza. Así se vio su frustración esta semana abroncando por todo lo alto a Bertrand Traoré con el partido ganado. Algo no poco habitual, y es que ya ha explotado antes contra sus compañeros por la falta de seriedad y compromiso. Lo de Anfield no se encuentra en todos lados

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