La selección inglesa ha dado motivos en la fase de grupos a sus aficionados para ilusionarse con conseguir algo grande en este Mundial de Qatar. El renacimiento del denostado Harry Maguire, la conducción de Declan Rice, el descaro de Jude Bellingham, la ascendencia del capitán Harry Kane en funciones de asistente pese a no haber marcado aún y el olfato de Marcus Rashford son motivos que invitan el optimismo en el entorno de los ‘pross’ en la previa del partido de hoy de octavos de final.
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Pero Inglaterra, que llegó con dudas a Qatar y ahora sueña con mejorar el cuarto lugar alcanzado hace cuatro años en Rusia, tendrá delante esta noche un rival, Senegal, dispuesto a repetir su hazaña de 2002, cuando en su debut en un Mundial llegó a cuartos de final.
Los ‘leones de Teranga’ son el orgullo del fútbol africano, que por segunda vez, tras Brasil 2014, ha colocado a dos selecciones en octavos. La otra es Marruecos, rival el martes de España.
Por eso Senegal, vigente campeona de África, espera refrendar el buen momento de su continente futbolísticamente hablando ante la actual subcampeona de la Eurocopa, Inglaterra, en el que será el primer enfrentamiento entre ambos países en toda la historia.
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Argumentos tiene la selección dirigida por Aliou Cissé, quien por cierto lleva dos días enfermo, según reveló ayer su ayudante Regis Bogaert. Pese a la baja por lesión de su figura y goleador Sadio Mané, Senegal empezó perdiendo ante Países Bajos (2-0), pero se ganó un lugar en octavos de final gracias a sus posteriores triunfos ante el anfitrión Qatar (1-3) y Ecuador (1-2).
Diez senegaleses en Inglaterra
Diez de sus jugadores militan en clubs ingleses y están familiarizados con la Premier. Por tanto, saben cómo jugarle a los ‘pross’. Entre ellos, piezas clave como el meta Édouard Mendy y el central Kalidou Koulibaly (ambos del Chelsea), los fornidos medios Idrissa Gueye (Everton), Nampalys Mendy (Leicester) y Cheikhou Kouyaté (Nottingham) e Ismaïla Sarr (Watford), acompañado en la faceta goleadora por Boulaya Dia, cedido por el Villarreal a la Salernitana.
Todos ellos pondrán a prueba a una Inglaterra que, a diferencia de la mayoría de favoritas al título, pasó la primera fase sin derrota. Goleó a Irán en su debut (6-2), ofreció dudas ante EE.UU. (0-0) pero convenció frente a Gales (3-0).
Southgate, entre el respto y la confianza
“Sabemos lo difícil que fue pasar esta ronda en nuestros dos últimos torneos”, aseguró ayer Gareth Southgate, seleccionador inglés, en referencia a que en Rusia 2018 superaron en octavos a Colombia por penaltis tras un 1-1 y en la Eurocopa 2020, como anfitriones, a Alemania (2-0) con dos goles en el tramo final.
Southgate también elogió al rival. “Conocemos su calidad, nos ha impresionado mucho, son los campeones de África y grandes competidores”. Aunque el seleccionador inglés sentenció: “Sabemos del tamaño del desafío al que nos enfrentamos, pero tenemos fe en nosotros mismos”.
El seleccionador senegalés, enfermo
Regis Bogaert, segundo entrenador de Senegal, ofreció ayer la conferencia de prensa en lugar del seleccionador Aliou Cissé ya que, como reveló, “no se encuentra bien, lleva dos días enfermo aunque seguro que acude al partido”.
“Ganar a Inglaterra sería un gran éxito, algo histórico. Vencer a Suecia en octavos de 2002 fue muy importante. Para nuestros jugadores será lo mismo que entonces. Si ganan, algo histórico”, recordó Bogaert.
Senegal debutó en un Mundial 2002 y superar a Suecia en octavos en la prórroga (1-2), cayó en cuartos ante Turquía (0-1).
Bogaert realzó el impulso del fútbol africano: “Es importante que Camerún venza a Brasil y Túnez a Francia. El mensaje es decir que Senegal vencerá a Inglaterra. Debemos tener la ambición de ganar a todos”.