El Real Madrid se clasificó el martes a la final de la Copa del Rey pese a encajar cuatro goles en casa. Una defensa inédita -Lucas Vázquez, Raúl Asencio, David Alaba y Eduardo Camavinga- hizo aguas y dio aire a una Real Sociedad que arrastró el resto de temporada su poca eficacia ante la portería rival.
"Seguramente nos ha faltado gol en algunos momentos de esta temporada", reconoció Imanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, en su análisis pospartido.
Y los datos le dan la razón. Veintisiete goles en 29 jornadas en LaLiga EA Sports, siendo el quinto equipo que necesita más tiros a puerta para marcar gol: 4,04.
Sin embargo, la defensa del Real Madrid dio alas a un conjunto donostiarra que se vio clasificado durante dos minutos, del 80 al 82, tras aprovechar las debilidades defensivas de los locales.
Una faceta del juego a la que Carlo Ancelotti le da especial importancia, conocedor del poderío ofensivo de su equipo con los Vinícius, Mbappé, Bellingham, Rodrygo..., pero que no apareció en la vuelta de semifinales.
'Carletto' planteó de inicio una defensa inédita. Vázquez en el lateral derecho, Asencio y Alaba como pareja de centrales y Camavinga jugando su cuarto partido del curso como lateral izquierdo.
Una posición que parecía tener olvidada con Fran García y Ferland Mendy, pero la lesión del francés y la precaución con el español para las próximas semanas hizo que Ancelotti colocase a Camavinga de lateral izquierdo. Y firmó un mal partido.
El francés se midió en 12 duelos, la mayoría de ellos ante el japonés Takefusa Kubo, y ganó la mitad, seis. Además, sus números bajaron cuando tuvo que emplearse dentro o cerca del área, imponiéndose en uno de cuatro duelos.
Y en uno de ellos, ante Kubo, quien se marchó con claridad de un Camavinga que cometió una falta en el minuto 92 que propició que Mikel Oyarzabal forzase la prórroga en el tiempo añadido.
Tanto de cabeza del capitán de la Real Sociedad en una acción en la que se impuso a David Alaba. El austriaco fue el eslabón más débil de la defensa madridista en el que fue su décimo partido tras la grave lesión de rodilla que le tuvo 13 meses apartado fuera de los terrenos de juego.
Ancelotti quiso darle minutos con vistas al tramo final de la temporada después de que hubiera sido titular con su selección el 20 de marzo. Sin embargo, el plan no le salió como esperaba.
La "mala suerte" que defendió Ancelotti hizo que Alaba, quien sólo ganó uno de los cuatro duelos aéreos ante Oyarzabal -uno de los que perdió, el tanto del empate en el 93-, estuviese presente en otros dos goles de la Real Sociedad.
Uno en propia puerta tras desviar un disparo y otro de Oyarzabal en otro tiro que tocó en Alaba, desvió la dirección y se coló en la portería defendida por Andriy Lunin.
Tanto Camavinga como Alaba fueron los primeros cambios en la prórroga de Ancelotti y uno de ellos, Antonio Rüdiger, acabó siendo decisivo: por su tanto en el minuto 115 y por su exuberancia física y en los duelos para limitar los intentos de la Real Sociedad de volver a adelantarse en la eliminatoria.
Antes que Camavinga y Alaba, fue sustituido Vázquez en el minuto 79 para dar entrada a Luka Modric y que Fede Valverde ocupase el lateral derecho. El español fue, de nuevo, como ante el Leganés, el elegido por Ancelotti para cambiar la dinámica ante la necesidad de marcar.
En Liga el pasado sábado se marchó enfadado al banquillo. No fue así este martes; se le vio activo en el área técnica y animando a sus compañeros.
Un Lucas Vázquez que afronta su última temporada de contrato con el Real Madrid, hasta el 30 de junio, sin indicios de que vaya a ampliarlo. Es más, el conjunto blanco tiene como primer gran objetivo de mercado fichar a Trent Alexander-Arnold, libre procedente del Liverpool, para reforzar un lateral derecho en el que la grave lesión de rodilla de Dani Carvajal cambió el paso de la temporada.
Alguacil identificó en Lucas una ventaja de su equipo, a atacar con Ander Barrenetxea. Y, minutos antes del primer tanto blanquiazul, insistió a su extremo a que hiciese ancho y largo el campo, que no bajase a recibir para hacer daño a la espalda del lateral madridista. Y así fue, en el minuto 16, tras un desbarajuste previo de Asencio al salir de posición.
Cuatro goles encajados en 90 minutos por un equipo que promedia menos de un gol por partido en Liga -27 en 29- y que ponen en alerta la defensa del Real Madrid.