El Real Madrid sigue enganchado a LaLiga y a cuatro puntos del liderato que defiende el Barça con mano de hierro a falta de siete jornadas para el final. Los merengues, con Carlo Ancelotti en la grada por sanción y su hijo Davide dirigiendo al equipo desde el banquillo, lograron un raquítico pero trascendental triunfo en Mendizorroza, donde Kylian Mbappé dejó una de las peores imágenes futbolísticas de su carrera con una salvaje entrada a Antonio Blanco que pudo lesionar de gravedad al centrocampista del Alavés y exjugador de la cantera merengue.
El cruce de cables del ‘9’ francés fue inexplicable. Llegó poco después de que Camavinga adelantara al Real Madrid en el marcador con un golazo. Mbappé cometió una escalofriante, desproporcionada y feísima entrada con los tacos por delante que pudieron partir la pierna derecha de Antonio Blanco. Fue un auténtico milagro que no provocara un destrozo.
De entrada, el colegiado Soto Grado sólo le mostró la amarilla al galo, pero tras ser avisado por el VAR y revisar la acción en el monitor de campo, le mandó a los vestuarios con una roja directa, la primera de Mbappé como jugador madridista y la cuarta de su trayectoria futbolística tras sufrir otras tres con el PSG (dos contra el Rennes y una ante el Nimes).
Lee también
El galo no es el primero de los cracks atacantes del Real Madrid que es expulsado esta temporada. Vinicius y Bellingham también vieron la roja. En la jornada 12ª, ante el Valencia en Mestalla, el brasileño se fue a la calle por golpear al meta Dimitrievski y se perdió los posteriores encuentros ante Las Palmas y Valladolid.
Doce jornadas después, esta vez frente a Osasuna, el futbolista inglés tuvo que marcharse antes de hora por insultar al colegiado Munuera Montero en El Sadar. También le cayeron dos partidos de sanción y fue baja contra el Girona y el Betis. Obviamente Mbappé sí que podrá estar el próximo miércoles ante el Arsenal, en la búsqueda de un nuevo milagro del Madrid en el Bernabéu. Un partido crucial que por tarjetas se perderá Camavinga, cuyo latigazo en Vitoria mantiene vivo a su equipo en la lucha por el título de Liga, mientras que en la Champions esperan de nuevo los 'cañones' del ejército de Mikel Arteta.