El Inter de Milán superó durante muchos tramos de partido a la Juventus. Fue capaz de sobreponerse al 1-2 y ponerse 4-2 en el marcador con un gran encuentro de Thuram y Zielinski. Di Gregorio mantuvo a los bianconceros en el partido y la aparición de Yildiz lo cambió todo. Con un doblete en el tramo final le dio la vuelta a un marcador que parecía decantado. Con el empate, el 'ganador' es el Nápoles que aumenta la distancia sobre ambos, que se quedan a 4 y 5 puntos de la cabeza. Un 4-4 que fue una oda al fútbol y que evidencia que el fútbol italiano ha mutado y es de los más divertidos de ver.
Ambas escuadras se tantearon durante menos de quince minutos en el Giuseppe Meazza. Poco a poco fueron poniendo sus cartas sobre la mesa. El Inter asumiendo responsabilidad con la pelota y La Juventus esperando en campo propio para salir a la contra en pocos toques.
Estaba tan atrás la Juve que los de Inzaghi entraban con facilidad en su área. Así llegó el primer gol, con un balón suelto dentro del área que Danilo trató de despejar, pero Marcus Thuram, que jugaba contra el equipo de su padre en su día, y de su hermano pequeño ahora, se anticipó y el central brasileño le pateó a él en lugar de la pelota. Zielinski asumió galones en una de sus primeras titularidades aprovechando la baja de Çalhanoglu y tiró el penalti. Optó por un tiro suave al centro que le sirvió para inaugurar el marcador.
La rebeldía de la Juventus liderada por Conceiçao
Afrontó con naturalidad la desventaja la vecchia signora, que liderada por los regates de Francisco Conceiçao empezó a asomar la cabeza en ataque. Bien pronto pudo conectar McKennie con Vlahovic, quien en boca de gol ajustició al guardameta (20').
Jarro de agua fría para el Inter, que cuando todavía estaba tratando de levantarse vio como llegaba el segundo. Recibió Conceiçao en la derecha, como si fuera un ratoncillo se coló por donde no parecía haber hueco y la puso al segundo palo para que Weah solo tuviera que poner la pierna y empujarla (27').
Reacción de campeón
Cualquier otro equipo se habría venido abajo, el Inter no. Reaccionó como lo hacen los campeones, destapando el tarro de las esencias. Volvió a monopolizar la pelota y después de una posesión eterna Mkhitaryan desde la frontal y con la izquierda la puso pegada al palo (35').
En la jugada siguiente Thuram volvió a demostrar que es más rápido y más pícaro que la defensa. En un acción idéntica a la del primer penalti, se adelantó en esta ocasión a Kalulu, que también le golpeó. De nuevo asumió la responsabilidad Zielinski, que esta vez optó por un lado (37'). Cinco goles en la primera parte. ¡Viva el calcio!
Yildiz tenía otros planes
Después del paso por vestuarios la Juventus recordó en primera persona las razones por las que el Inter es el rival a batir. Les encerró en su área y no podían salir de ahí. Di Gregorio evitó con paradas inverosímiles la goleada. Solo Dumfries en un balón suelto dentro del área le pudo superar con un tiro cruzado (53'). Salvó tiros desde la frontal, remates cercanos y demostró que la Juventus tiene dos porterazos.
El resultado parecía decantado claramente en favor del Inter con el 4-2, hasta que entró al verde Yildiz con otros planes en mente. Saltó al campo en el 61 y en el 82 ya había marcado un doblete. Primero recibiendo en la izquierda, encarando y yéndose para fuera para acabar cruzándola con la izquierda al palo largo (73'). Fue la joya de la noche. Es un elegido y silenció todas las críticas de golpe.
Ya en el 82 y con el Inter muy atrás aprovechó un despeje en el área para bajarla con la derecha y embocar con la zurda. Tal vez Sommer pudo hacer más, pero definió tan rápido que tampoco era sencillo.





