Los dos últimos títulos del Dakar de Carlos Sainz no podrían entenderse sin Joan Navarro (10 de septiembre de 1985, Deltebre), el ingeniero del coche de Carlos Sainz en Ford. Desde el año 2019, el catalán se ha convertido en inseparable del ‘Matador’, un joven ingeniero lleno de talento y amor por el motor que ha conectado a la perfección con el piloto madrileño. Carlos, entre muchas otras cosas, como decía Nani Roma, “es un enfermo del automovilismo”, perfeccionista, metódico y que no deja de pensar en hasta el mínimo detalle para mejorar su coche. Y al margen de su copiloto, Lucas Cruz, encontró en Joan Navarro la mejor persona que le acompañara en su viaje dakariano, alguien con su mismo espíritu, con el que conectó desde el inicio, y que habla el mismo lenguaje de carreras que el cuatro veces campeón del Dakar.
Carlos logró en 2020, en su segundo año junto a Joan, su primer título dakariano y el catalán no podía contener las lágrimas. No sabía que después de aquello, su futuro estaba asegurado al lado del ‘Matador’. Cuando se acabó el Dakar 2021, Joan se vio sorprendido por Carlos. “Pensé: ‘cuando Carlos acabe su etapa en Mini se irá a otro lugar con otro ingeniero, lo normal’. Pero cuando se iba a ir a Audi me dijo: ‘me gustaría que vinieras conmigo’”. Y aceptó sin dudarlo, un proyecto en el que también estaba involucrado X-Raid, su estructura de entonces. Pero lo que llegaría unos años más tarde dejó a Joan aún más sin palabras. Ocurrió al ganar el Dakar con Audi en el tercer y último año del proyecto alemán.
“Fue muy chulo. Cuando acabó del Dakar yo no sabía lo que haría. Y la semana después de ganar el Dakar, empezamos a hablar y me dijo: ‘Está el equipo M-Sport, que entra con Ford oficial de fábrica. Es un proyecto que me motiva. Si os parece bien, vamos a ver el proyecto a Inglaterra, al norte de Manchester, y a ver qué nos parece. No hay que decir ni sí ni no, solo irlo a ver’”, le propuso. Y entonces, dijo algo que Joan jamás olvidará: ‘La condición es que Lucas (Cruz) y tú vengáis conmigo, porque a mi edad, volver a conectar con una persona y entenderte igual que lo hago con Lucas o contigo creo que ya no podría hacerlo’”. Aquello dejó sin palabras al ingeniero de 39 años. “Llevamos muchos años juntos, nos llevamos bien, nos entendemos y quiero que vengáis conmigo. Es una de mis prioridades y se lo diré a Ford y a M-Sport”, añadió entonces Carlos.

Joan Navarro posa para MD en la asistencia de Ford M-Sport en el Dakar 2025
“Si yo hubiera dicho que no, no sé si Carlos hubiese ido, pero lo dijo como una probabilidad muy alta de que no hubiese firmado, que Lucas y yo fuéramos. Para mí fue brutal, una inyección de motivación enorme. Cuando alguien como Carlos te dice algo así, no te lo piensas. Llevaba 10 años trabajando para X-Raid, estaba en Alemania, conocía a todo el mundo, pero lo hice porque me lo dijo Carlos. No podía decir que no”, recordó Joan.
Metodología, perfección y detalles
El ingeniero catalán destaca un punto clave: a sus 62 años, Carlos Sainz sigue siendo el mismo piloto totalmente centrado en mejorar cualquier detalle. El ejemplo más claro, los test. Para Sainz y el equipo era esencial rodar mucho antes de este Dakar.
“Hemos hecho unos 15.000 km de test, que son unos 3 dakares en cronometradas. Yo nunca había hecho tantos test en mis 12 años en el Dakar. Dijimos: ‘Es febrero, si queremos ganar el Dakar, hay que hacer test’. Empezamos en abril. Cada semana hacíamos pruebas, 8 días en todo el mes, dos días con cada piloto. Es algo en lo que insistió. Decía: ‘yo no quiero ir allá a perder el tiempo. Si voy es para ganar. Y para ganar hay que hacerlo así’”, cuenta, demostración de la ambición y espíritu ganador del español, quien volvió a involucrare con cuerpo y alma, como en todo lo que hace.

Carlos Sainz, en el Dakar 2025 con su Ford Raptor T1+
“Estaba más tranquilo cuando Carlos rodaba en el test, porque los días que él no estaba me llamaba cada media hora. Yo me encargaba del ‘run plan’ del test, el que organizaba lo que teníamos que probar, y me llamaba desde casa para decirme: ‘¿Qué tal va? ¿Qué estáis probando? ¿Y cuándo sale a rodar? ¿Llegará en 40 minutos? Pues te llamo en 50’. Volvía a llamar en 50 minutos: ‘¿Qué ha dicho? ¿Le ha gustado? ¿Esto ha ido bien? ¿Cuántos kilómetros habéis hecho?’. Era constante. Era como si estuviera allí. En un día de test que no está quizás hablamos 1 hora entre 8 o 9 llamadas distintas. Pero también me va muy bien porque así le pregunto cosas y él me da su opinión si tengo dudas. Es muy constructivo”, expresó.
“Con él, cada vez perfeccionas más las cosas. Su profesionalidad, la metodología que tiene y el hecho de quererte superar siempre es algo queme ha aportado muchísimo, me ha hecho crecer como persona. Y obviamente, me he convertido un poco como él, de ser tan exigente conmigo mismo, de querer ser cada día mejor y perfeccionarlo todo, porque en al máximo nivel hay que ser así”, explicó.

Joan Navarro posa para MD en la asistencia de Ford M-Sport en el Dakar 2025
“No para de pensar. Sigue igual. Algunos días de fiestas de Navidad aún estábamos mirando etapas de Marruecos. La gente estaba pensando en Navidad y comiendo turrones, pero él, no. Es bonito, porque nos encanta lo que hacemos”, relata.
El Dakar 2025, finalmente, no salió como deseaba, con el abandono de Carlos tras la etapa 2. La pista más clara que Carlos continuaría tras el abandono antes de la etapa 3, era que Joan se quedaría en el vivac para seguir aprendiendo del coche y ver cómo mejorarlo. Y el propio Carlos aseguró en Instagram que regresará en 2026. “¿No retirarse hasta ganar con Ford? Sería la guinda. Creo que es su objetivo, el ganar el Dakar con 5 fabricantes distintos para cerrar la etapa con Ford, marca con la que ganó su primera carrera en el Mundial de Rallies. Es probable. Hay Carlos para rato porque está muy fuerte, está como un toro físicamente, va muy rápido y espero que así sea”, apuntó.
Joan no estaba tan seguro de ganar con Audi; Sainz, sí
En 2024, Carlos Sainz, Lucas Cruz, con su ingeniero Joan Navarro, conquistaron el Dakar por primera vez con un coche electrificado. Lo lograban tras tres largos años de trabajo, conscientes de la complejidad del reto con un coche tecnológicamente muy complicado, con miles de sensores. Si uno se apagaba, el coche podía pararse. El reto era enorme.
“Era un proyecto muy complicado, pero es un reto aceptado. Cuanto más grandes es el objetivo, más te motiva y más te hace trabajar en él, y eso es algo que me ha dado también Carlos”, dijo al respecto un Joan veía muy difícil lograr la corona con un proyecto en el que el catalán y el madrileño se centró especialmente en aprovechar su experiencia “a nivel chasis, suspensiones, preparación logística, estrategia, test y carreras”.

Carlos Sainz, ganador del Dakar 2024 con Audi
“¿Si creía que era posible ganar con Audi? Lo veía muy complicado, no las tenía todas, porque era tan complicado de fiabilidad… y teníamos el handicap del peso y no lo veía claro. Incluso cuando liderábamos el rally el pasad año yo pensaba: algún día pasará algo. Y lo revisábamos todo al máximo, pero había tantas cosas que era muy complicado”. En ese aspecto, Joan considera que Carlos volvió a ser clave en los detalles, para que nada fallara en la asistencia. Y sobre todo, remarca el optimismo que siempre tuvo Carlos. Siempre creyó que era posible.
“Carlos estaba seguro. Él lo tiene muy claro. Carlos es muy bueno tecnológicamente y es casi como un ingeniero, pero yo conocía más detalles del coche y decía: ‘uf, es que la probabilidad de que esto falle es bastante alta…’, pensaba”.
“‘Va, que nos irá bien. Mejor que pase ahora que nos pase en el Dakar’, decía. Y es verdad. Tuvimos un problema antes de la etapa prólogo y tuvimos que abrir el depósito de gasolina. Y Carlos decía lo mismo. Era siempre optimista y salió bien”, añade Navarro, mano derecha de Sainz. Quieren volver a ganar juntos.