Paula Badosa, 23 años y 27ª del ranking mundial, tiene hoy viernes una cita de mucha relevancia en el WTA 1000 de Indian Wells. Y no sólo porque tiene la opción de meterser en su segunda final profesional del WTA Tour, primera de esta categoría, sino que también tiene a tiro inmediato un puesto en las WTA Finals, el Masters, y a corto plazo un lugar en el top-10 del ranking mundial.
Paula Badosa disputa contra la tunecina Ons Jabeur, 27 años y 14ª del mundo, la segunda semifinal de Indian Wells, torneo desplazado de marzo a octubre por la pandemia. Será madrugada española del sábado, alrededor de las cinco de la madrugada, tras la conclusión de la otra semifinal, que enfrenta a la bielorrusa Victoria Azarenka y a la letona Jelena Ostapenko a partir de las tres, las seis de la tarde en el desierto californiano.
Tras vencer a la alemana Angelique Kerber por 6-4 y 7-5, Badosa se acuclilló echándose las manos a la cabeza. Luego posó una en la boca. Tras el saludo con la rival, hizo ademán de tomarse el pulso en el cuello. Acababa de batir a una ex nº 1 y campeona de Grand Slam, se metía en la penúltima ronda de un evento de los relevantes, en la edición de su debut en el cuadro principal. Ninguna española había llegado tan lejos desde 2003. Conchita Martínez no pasó entonces a una final que sí disputó, y perdió, en 1992 y 1996.
Además, Paula Badosa se sitúa provisionalmente en la décima plaza de la clasificación Race, que recoge los resultados de la temporada y que decidirá qué ocho tenistas disputen las WTA Finals. Un Masters final reubicado en la ciudad mexicana de Guadalajara, como relevo de la china Shenzhen, del 10 al 17 de noviembre.
Tiene 2.502 puntos, que serán 2.762 si alcanza la final y 3.112 en el caso de ser la campeona. Garbiñe Muguruza es séptima con 3.151. Octava, en el corte de las titulares (es muy dudosa la participación de la nº 1, la australiana Ash Barty), la rival de Badosa y víctima de Muguruza en la reciente final de Chicago, Ons Jabeur, que tiene 3.020 puntos. Novena, lejos de la competición, aparece Naomi Osaka (2.771).
Hay mucha competencia por las cuatro plazas restantes, clasificadas ya Barty, Aryna Sabalenka, Barbora Krejcikova y Karolina Pliskova, y con el calendario agotándose. El torneo 500 de Moscú, especialmente, y el 250 de Tenerife, del 18 al 24 de octubre, acabarán de definir puestos.
Así está la Race
- Ashleigh Barty (Aus)... 6.411 puntos
- Aryna Sabalenka (Blr)... 4.669
- Barbora Krejcikova (Che)... 4.518
- Karolina Pliskova (Che)... 4.036
- Iga Swiatek (Pol)... 3.226
- Maria Sakkari (Gre)... 3.157
- Garbiñe Muguruza (Esp)... 3.151
- Ons Jabeur (Tun)... 3.020
- Naomi Osaka (Jap)... 2.771
- Paula Badosa (Esp)... 2.502
- Elina Svitolina (Ucr)... 2.501
- Jessica Pegula (EE.UU.)... 2.500
Badosa, apuntada en Moscú como Muguruza, y Jabeur se juegan, pues, un triunfo con muchos premios extra. La tunecina hará historia el lunes como la primera tenista árabe, mujer u hombre, que entra en un top-10 mundial de este deporte. La catalana firmará su mejor ranking, por ahora la vigésima plaza. El 'top ten' estaría más cerca de no haberse aplicado los factores correctores por la Covid, que se están eliminando paulatinamente de la clasificación.
Sú décima posición en la Race es más real, recoge su ascenso en este curso, con cuartos en Roland Garros, octavos en Wimbledon, semifinales en el 1000 de Madrid, cuartos en los Juegos y Montreal y su primer título, en la tierra batida de Belgrado.
Dos antecedentes muy competidos
Le espera un complicado duelo con la tan talentosa como irregular Ons Jabeur. Será su segunda confrontación en WTA Tour, también esta temporada. En Miami ganó la magrebí por 7-6 (6), 5-7 y 7-5. En los inicios de ambas, en la previa del US Open 2015, Badosa se impuso por 7-6 (2), 2-6 y 6-4.
Competencia deportiva y asimismo mucho que lidiar en el aspecto mental. "La cabeza me ha jugado una mala pasada. Verme a un paso de las semifinales, sé que también están en juego las WTA Finals", reconoció Badosa explicando que se puso "muy nerviosa" cuando se vio 5-2 sobre Kerber en la segunda manga. Lo enmendó pese al inquietante 5-5, festejándolo con su nuevo entrenador, Jorge García, y su pareja, Juan Betencourt.