Garbiñe Muguruza desempolvó la era dorada de Arantxa Sánchez y Conchita Martínez, obligó a echar mano de la calculadora para contar los años pasados entre los éxitos de la barcelonesa y la oscense y su condición de sucesora.
Muguruza fue la primera española finalista en Wimbledon diecinueve años después de que Arantxa Sánchez perdiese la de 1996. Corrió el mismo infortunio que la catalana. Si ésta cedió ante la alemana Steffi Graf, como ya le sucediera en 1995, la caraqueña cayó ante la estadounidense Serena Williams, otra leyenda.
En la temporada siguiente, 2016, Garbiñe Muguruza rompió una sequía de dieciocho años del tenis femenino español tomando el relevo de campeona que había dejado en 1998 Arantxa Sánchez, que también había dominado las ediciones de 1989 y 1994, cayendo en las de 1991 y 1996.
Otra vez haciendo números cuando se creó una segunda oportunidad en Wimbledon, que esta vez no dejó escapar ante la otra Williams, Venus. Era 2017, cuando hacía veintitrés que Conchita Martínez había levantado el Venus Rosewater Dish. Legendaria en el All England Club, la de Monzón triunfó esta vez como entrenadora de Muguruza, que había acudido en su ayuda porque su técnico habitual, el francés Sam Sumyk, debía permanecer en casa por motivos personales.
En las WTA Finals de Guadalajara, más de lo mismo aunque con desenlace diferente. Muguruza, segunda finalista española desde Arantxa Sánchez en 1993. Martínez ayudándola desde el box técnico. Pero la pionera, la primera campeona del Masters individual femenino, es Garbiñe, de 28 años, nacida en Caracas de padre vasco y madre venezolana, formada como tenista en la población barcelonesa de Santa Coloma de Cervelló, en las instalaciones de la Academia de Sergi Bruguera. Imparable, superó a Anett Kontaveit por 6-4 y 7-5, en otra demostración de deportista grande.
Garbiñe Muguruza marcó su propio hito en México, un país que se le da especialmente bien. Sumó su tercer trofeo, tras dos en el WTA de Monterrey.
Podría hacer lo mismo en Australia, donde no se libró de la 'maldición' del tenis español, que sólo esquivó en una ocasión Rafa Nadal, 2009, para luego sufrir todo tipo de lesiones que le apartaron de revalidar corona. El palmarés individual femenino de Melbourne continúa huérfano de representante española: se fueron sin premio Arantxa Sánchez (1994 y 1995) y Conchita Martínez (1998), como Muguruza en 2020, víctima de la estadounidense de raíces rusas Sofia Kenin.
En el US Open, Arantxa Sánchez figura en solitario con su victoria sobre Steffi Graf en 1994.
Muguruza ya es la primera campeona española del Masters femenino, en la edición en la que hubo duelo histórico directo con Paula Badosa. Se equipara a los 'maestros' masculinos Manuel Orantes (1976) y Àlex Corretja (1998).