El Miami Open sigue con su caos organizativo. A los retrasos por culpa de la lluvia del martes, que obligaron a aplazar un día el partido de octavos de final entre Alexander Zverev y Arthur Fils se sumó el miércoles una mala planificación horaria que volvió a hacer saltar por los aires el programa de juego.
En este caso el damnificado fue Novak Djokovic, que debía jugar su duelo de cuartos ante Sebastian Korda en el último turno de la pista central, sobre las 02 de la madrugada hora peninsular española.
El hecho de que la jornada tuviera un partido más, el aplazado de Zverev, obligaba a que los partidos de la sesión de día fueran rápidos, algo que no sucedió.
Como la ley de Murphy es implacable, tanto el Zverev-Fils como el Dimitrov-Cerúndolo se fueron por encima de las dos horas (2:00:14 y 2:48:16, respectivamente), haciendo que la jornada se retrasara de tal manera que después sólo se pudo jugar el último cuarto de final femenino, que enfrentaba a Jessica Pegula y Emma Raducanu.
"De acuerdo con las reglas de la ATP, que no permiten que un partido empiece después de las 23h, el partido entre Novak Djokovic y Sebastian Korda ha sido aplazado al jueves y será el 3º partido del día", anunció el torneo en un comunicado.
Así pues, habrá que esperar hasta este jueves, sobre las 22 hora peninsular española, para ver en acción al campeón de 24 títulos de Grand Slam en su búsqueda de las semifinales.
Allí le espera Grigor Dimitrov, finalista el año pasado, que remontó un 0-3 adverso en el tercer set, anuló una bola de partido y ganó por 6-7(6), 6-4 y 7-6(3) al argentino Francisco Cerúndolo.