"No siento ningún dolor por ahora". Todo el mundo preocupado por la evolución de la muñeca derecha de Novak Djokovic. El diez veces campeón del Open de Australia, relativizando el problema que había sentido en su derrota ante el australiano Alex de Miñaur en la United Cup, el torneo que eligió como ensayo para acometer la defensa del primer Grand Slam de la temporada.
Las miradas centradas en el número uno mundial, en una jornada histórica en Melbourne Park ya que nunca antes se había abierto la competición en domingo. Protegido por el anonimato un rival que se había ganado debutar en un Grand Slam por méritos propios, sobreviviendo a la siempre exigente fase previa pese a su inexperiencia.
El croata Dino Prizmic, 18 años y nº 178 ATP, no es un extraño que acaba de aterrizar en el circuito principal profesional. El campeón júnior de Roland Garros había presentado credenciales de interesante jugador de futuro, aunque falta completar el complicado paso hacia la élite.
Demostró hechuras de estrella, siempre que mantenga la actitud que permitió que pusiera en apuros a todo un Novak Djokovic en su territorio más dominante. El serbio, 36 años, se llevó un buen susto cuando su adversario balcánico desplegó talento, en la defensa y el contragolpe. Prizmic devolvió mil bolas y supo mandar también con la derecha cuando tocaba. Tuvo clase y mucho descaro.
Llevó al límite a Djokovic, que respondió con la determinación de una leyenda de 24 coronas de Grand Slam pese a estar más fallón de lo habitual. Se dio una buena paliza física, e incluso emocional para ser una entrada de torneo, pero no palideció ante el empuje de un chaval al que dobla en edad. También frenó el impulso de comerse al juez de silla cuando le avisó por exceder el tiempo de saque ante bola de 'break' que representó ir abajo 1-3 en el segundo set.
'Nole' halló el camino y venció 6-2, 6-7 (5), 6-3 y 6-4 en 4h.01', delante de invitados como Andre Agassi. Sólo respiró un tanto cuando se cumplieron tres horas de encuentro, justo en el momento en que ató un trabajado tercer set con un parcial de 4-0 después de verse 'break' abajo con 2-3 tras entregar un juego de 16 minutos.
Primic, que fue atendido al principio del muslo izquierdo, luciendo un vendaje, sabe leer el juego, es muy completo y valiente. La complexión física ayuda (1,88 metros, 80 kilos). Una vez liberó los nervios, sin presión alguna, subrayó sus cualidades.
Dino Prizmic devolvió muchas bolas a Novak Djokovic
La responsabilidad recayó completamente en Djokovic, que la asumió con la veteranía con que selló su clasificación. Acostumbrado a mil batallas, castigó la falta de costumbre de Primic a tanta exigencia seguida. Djokovic, que lo había pasado mal, fue a por él con un parcial global de 8-0 que le adelantó 4-0 en el cuarto set. Aun hubo otro arreón del croata (4-3), insuficiente pero un reflejo más de la complejidad del partido. Resuelto por 'Nole' después de no concretar cuatro bolas de 'match' con 5-3. Remató el 6-4, aliviado, con saque, a la séptima opción de partido.
En segunda ronda, un australiano: Alexei Popyrin o Marc Polmans. Djokovic reconvertirá el esfuerzo en empuje para los próximos compromisos. A Primic le toca aterrizar de nuevo en la tierra, después del sueño de la central con 'Nole', para confirmar las halagüeñas perspectivas de futuro. Tiene muchos elementos para hacerse un hueco importante en el circuito.
Djokovic recompensó su esfuerzo y brillantez solicitando una ovación especial al público del Rod Laver Arena. Son 29 encuentros seguidos ganados por el serbio desde 2018. También se hizo merecedor del aplauso.
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