El partido duró dos horas y 46 minutos. Todo fue muy rápido hasta que la conclusión se demoró durante 31 dramáticos minutos, en los que se sucedieron catorce bolas de 'match'.
Agónico, se lo llevó a su octava oportunidad (décima en el global del encuentro), tras haber remontado seis de la rival, la rusa Anna Blinkova, que se impuso por 6-4, 4-6 y 7-6 (22-20) a quien era una de las favoritas del torneo, la kazaja Elena Rybakina, finalisa en 2023, reciente campeona del torneo de Brisbane y nº 3 mundial.
La grada enloqueció siguiendo este 'thriller', aque además concluyó con récord. Se convirtió en el 'tiebreak' más largo de la historia en un Grand Slam.
Los 42 puntos superaron los 38 que disputaron la ucraniana Lesia Tsurenko y la rumana Ana Bogdan en el último Wimbledon. Resultado 20-18, como el de Jo-Wilfried Tsonga y Andy Roddick en el Open de Australia 2017, si bien éste último se disputó con el formato antiguo, al mejor de siete con dos de diferencia.
El nuevo 'supertiebreak' es a diez, con dos de distancia como mínimo. Es la fórmula para desempatar con 6-6 en el último set, tanto en mujeres como hombres, y que ya es común en las cuatro citas del Grand Slam, que decidieron unificar este aspecto.
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"Lo recordaré el resto de mi vida", confesó una emocionada Anna Blinkova, 25 años y nº 57 mundial. Lloró al completar su hazaña. Corrió mucho para atajar la mayor potencia de su ilustre rival, campeona de Wimbledon 2022. Le valió la pena.

Anna Blinkova y Elena Rybakina