El pasado viernes Dominic Thiem anunció que dejará el tenis a final de temporada. El tenista austríaco decidía arrojar la toalla tras una larga y dura batalla contra una grave lesión de muñeca que ha truncado su carrera en los últimos años.
Los medios austríacos especulan con que el tenista, que llegó a ser número tres del mundo, se retirará tras el Torneo de Viena (Erste Bank Open) que se celebra el próximo octubre, de manera que hasta entonces iniciará una gira de despedida por los torneos más importantes y especiales para él.
Sin duda, uno de ellos es Roland Garros, torneo donde alcanzó la final en los año 2018 y 2019 y las semifinales en 2016 y 2017. Sin embargo, el torneo parisino no se ha acordado de él a la hora de repartir sus invitaciones.
Los ocho elegidos han sido los franceses Pierre-Hugues Herbert, Alexandre Muller, Richard Gasquet, Térence Atmane, Harold Mayot y Giovanni Mpetshi-Perricar, además de el australiano Adam Walton y el estadounidense Nicolás Moreno de Alborán, estos dos últimos gracias a un acuerdo de intercambio con las federaciones australiana y estadounidense.
Una decisión muy polémica y criticada por los aficionados, que consideran que el prestigioso torneo peca de chauvinista y maltrata a jugadores históricos por el mero hecho de no ser franceses.
Lo mismo sucede en categoría femenina, donde las elegidas han sido las francesas Alizé Cornet, Fiona Ferro, Elsa Jacquemot, Kristina Mladenovic, Chloé Paquet y Jessika Ponchet, además de la representante australiana, Ajla Tomljanovic, y la estadounidense Sachia Vickery.
Eso deja fuera a tenistas de la talla de Caroline Wozniacki, Emma Raducanu o Simona Halep, tres campeonas de Grand Slam, dos de ellas exnúmero 1 del mundo que, como Thiem, tendrán que ganarse la plaza en la fase previa.