Wimbledon alerta del puntazo de Alcaraz del que todos hablan: "¡Eso no se hace!"

TENIS

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Carlos Alcaraz ganó con un recital de tenis al australiano Aleksandar Vukic en la segunda ronda de Wimbledon 2024

TOLGA AKMEN / EFE

Carlos Alcaraz dio un recital de tenis para demoler al australiano Aleksander Vukic, 7-6 (5), 6-2 y 6-2, clasificándose para la tercera ronda, que disputará contra el estadounidense Frances Tiafoe, el viernes.

El vigente campeón de Wimbledon, 21 años y nº 3 mundial, deleitó a los aficionados de la Pista 1 del All England Club, el segundo estadio en relevancia detrás de la central, la 'Catedral',

Fue un despliegue enorme de recursos, de principio a final. Llenó los vídeos de 'highlights' del torneo por sí mismo. En especial hubo una acción que mereció el calificativo de 'puntazo', que corrió por las redes sociales

Todos hablaban de la maravilla de Alcaraz, que además recoge bien la esencia deportiva del murciano, y Wimbledon quiso lanzar una alerta mundial a través de sus cuentas oficiales.

"¡Eso no se hace!", significó Wimbledon compartiendo el vídeo. Mostrando admiración, también empatía con lo que debió sentir Vukic, que se quedó pasmado viendo cómo la bola volvía y entraba.

Todavía en los albores del choque, quinto juego. Alcaraz parece vencido después de restar la bola como puede. Iba a la T, se retuerce sobre sí mismo para pegar de revés. Vukic lo ve vencido, se toma su tiempo para invertirse de derecha y pegar una cruzada delicada pero envenenada por su diagonal, ensanchando la pista.

Como para dejarla estar, pero no, Alcaraz pelea cada pelota. Y tiene unas piernas y unas manos portentosas. Corrió, y en posición complicada y desplazado fuera de los límites de juego, alcanzó la bola y la metió paralela de fuera para adentro. Mientras el murciano se dejaba ir prácticamente hacia la grada, la pelota caída perfecta en el otro lado de la red. 

Alcaraz compartió la alegría con una afición encantada con el show. Y provocó la sonrisa de su entrenador Juan Carlos Ferrero, así como la de su mánager, Albert Molina. Nunca deja de sorprenderles. 

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