Barcelona tuvo una prueba de fuego contra Sevilla y demostró que se le debe tomar como candidato, ya que se metió al Sánchez Pizjuán para ganar 3-0 y lograr su tercera victoria consecutiva en LaLiga.
El equipo andaluz se motivó frente a su público y de inicio estuvo intenso, a tal grado de dar el primer aviso sobre la meta culé en una jugada donde Rakitic no pudo Ter Stegen.
Por su parte, las gargantas de la afición blaugrana vieron pasar momento de tensión cuando Robert Lewandowski cayó dentro del área, pero el árbitro no consideró la jugada como para un penalti.
Parecía que Sevilla estaba más cerca de anotar, sin embargo, Dembélé tenía otros planes: condujo un contragolpe que Lewandowski no pudo cristalizar, pero sí lo hizo Raphinha.
La anotación cambió la dinámica del juego, pues los de Xavi mostraron hambre y alcanzaron el 2-0 con un Lewandowski que controló con el pecho y remató de volea tras un pase de Koundé.
Eric García, la buena y mala del día
En el inicio del segundo tiempo, la alegría de la visita se amplió tras un cobro de tiro de esquina que definió Eric García, quien poco después tuvo que pedir el cambio por un problema muscular en una jugada que casi cuesta un gol de Lamela.
El triunfo del Barcelona pudo ser todavía más brillante, pero su killer polaco se topó con falta de fortuna o con el arquero Bono, quien resultó clave cuando fue requerido.
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