La boxeadora argelina Imane Khelif se ha convertido en el centro de una acalorada polémica después de competir en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde fue criticada por su exceso de testosterona durante sus apariciones en el torneo femenil de Boxeo, con Elon Musk como uno de sus principales críticos.
El magnate expresó su descontento a través de las redes sociales al cuestionar abiertamente el dominio físico de la argelina al sugerir que su participación podría ser injusta para otras atletas, en una serie de comentarios que provocaron una avalancha de críticas en su contra.
Durante una emotiva entrevista con el programa francés CLIQUE, Khelif rompió su silencio y abordó directamente los ataques de Musk. "Elon Musk fue uno de los primeros en atacarme durante esta campaña de odio. Publicó un video que muchos retuitearon, lo que ayudó a propagar esta negatividad en mi contra. Me pareció un ataque personal", explicó.
Una rivalidad que apenas comienza
Khelif, visiblemente afectada, expresó cómo la controversia ha afectado profundamente su vida personal, especialmente a su familia. "Me odias, pero ni siquiera me conoces", añadió la boxeadora. "Has sido cruel conmigo, cruel con mi familia, especialmente con mi madre, quien ha tenido que ser hospitalizada varias veces por el estrés que todo esto ha causado".
En medio de la tormenta mediática, reiteró que está considerando emprender acciones legales contra Musk, a quien acusa de "ciberacoso". Además, mencionó que la autora J.K. Rowling también ha sido nombrada en la demanda, debido a sus críticas públicas hacia su participación en los Juegos Olímpicos.
La atleta asegura que estos ataques han generado una gran angustia emocional para ella y su entorno, sin embargo, el debate sobre la inclusión de atletas como Khelif en categorías femeninas sigue siendo divisivo.
Credibilidad del boxeo en juego
Activistas de derechos de las mujeres han expresado su preocupación sobre la seguridad y equidad en los deportes femeninos, al argumentar que las diferencias físicas entre atletas podrían representar un riesgo para las competidoras.
Aunque su camino en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha concluido satisfactoriamente al ganar la medalla de oro en su categoría, el caso de Khelif ha abierto una conversación crucial sobre la identidad de género y la equidad en el deporte.