La humanidad está acostumbrada a la luz artificial en los últimos tiempos, pero durante muchos siglos, como es obvio, era muy distinta, sin los grandes paneles y dispositivos electrónicos que hay y conocemos hoy en día.
La gente tenía que recurrir a métodos más artesanales, es decir, hechos a mano, para lograr luz artificial y poder desplazarse por las calles o incluso para tener luz en sus hogares. Sin embargo, la iluminación artificial del pasado no solamente facilitaba las actividades nocturnas, sino que también tenía un papel clave en la socialización y seguridad de las personas.
El Imperio Romano destacó en la creación e innovación de diferentes formas y sistemas de iluminación, esenciales tanto para la vida doméstica como para la supervivencia humana. Dichos métodos no solamente permitían la actividad nocturna en las ciudades, sino que también resultaban importantes para la seguridad, ya que la oscuridad era aprovechada por los ejércitos enemigos para realizar ataques sorpresa.
Sistemas de iluminación en las casas romanas
- Lámparas: las lámparas de aceite eran el sistema de iluminación más común en la Antigua Roma y se empleaban tanto para iluminar cualquier tipo de espacio
- Candelabros: empleados sobre todo por la clase alta y podían ser de terracota o hechas de metal
Ilúminación pública y de seguridad
Los líderes del Imperio Romano consideraban esencial mantener las calles iluminadas toda la noche por temas de seguridad, ya que en aquella época, los ejércitos tenían la costumbre de atacar a los enemigos por la noche, aprovechando la ausencia de luz natural, además de aplicar el factor sorpresa.
Innovaciones tecnológicas con la iluminación
Uno de los avances más importantes en iluminación fue centrarse en el uso del vidrio, en especial en la Antigüedad tardía. Se crearon lámparas de vidrio, las cuales se hicieron famosas por todo occidente. Eran una alternativa ideal las lámparas de terracota cuando se vivían épocas de escasez del aceite.