Los obituarios que se han escrito sobre Luis Suárez ponen la piel de gallina. Estamos hablando de un grande de la historia del Barça, no solo por ganar el primer Balón de Oro, por las dos Ligas logradas y por los 114 goles marcados en 8 temporadas.
De las tristes disputas que dividió el barcelonismo entre kubalistas y suaristas, habló él mismo cuando le invitamos al ‘Aquest any, cent’ de TV3. Así lo contó: “No se discutía la manera de jugar de uno u otro, porque éramos jugadores completamente distintos. Lo que sí es verdad es que yo me encontré esa situación, sin comerlo ni beberlo. ¿Qué ocurrió? Que unos años antes de la llegada de Helenio Herrera, Kubala había tenido una lesión muy grave en la rodilla. Y en los años que llegó H.H., él estaba un poquito más bajo de lo que estaba acostumbrado a rendir en el Barça. Y, cuando llegó Herrera, a mí me dio mucha confianza para tirar para arriba. Entonces, las veces que Kubala no jugaba, que el público de Barcelona era todo prácticamente para Kubala, como no podía ser de otra manera porque hizo historia, porque hizo lo que hizo, pues no sé por qué, la tomaban conmigo, como si yo tuviera la culpa de que él no jugase. Lo más raro de esta situación es que yo no jugaba en su lugar. Yo jugaba de interior izquierdo y él jugaba de interior derecho o de delantero centro. Yo me encontré esa situación y no entendía muy bien al público de Barcelona porque, al final, salía perjudicado el Club”.
Y así nacieron los ismos. Y pasa la vida y ya no están ni Kubala, ni Suárez. Ni Núñez, ni Cruyff. Mientras el Barça llegará a su 125 aniversario igual que su escudo, como “una olla de grills".