El Barça llegó al mercado invernal con las bajas de Gavi y de Alejandro Balde. El club azulgrana optó por incorporar a Vitor Roque de manera inmediata sin esperar a 1 de julio y se trabajó para reforzar el mediocentro. Limitados por la economía y el 'fair-play' de LaLiga, la mejor opción era la de Dion Lopy, fichado esta temporada por el ya descendido Almería, el próximo rival azulgrana. Sin embargo, el Barça desestimó realizar una ofensiva.
En verano, el club andaluz le fichó del Stade Reims por 6,5 millones de euros (más 3,5 en variables) por su poderío físico (1,86 m.), buena salida de balón y muy disciplinado tácticamente. El Eintracht de Frankfurt llegó a ofrecer 15 millones de euros y el Almería, que lo tiene contratado hasta 2029, respondió que no.
Durante unos días, cuando se supo el interés azulgrana, Lopy vivió en una nube sin intuir lo que vendría los meses después. El internacional senegalés acabó desapareciendo de la actualidad del Almería, pasando se ser unos de los fijos con Garitano a no tener presencia con Pepe Mel. Había jugado buenos partidos ante el Real Madrid y también contra el Barça en Montjuïc. En los últimos 11 partidos de LaLiga sólo ha sido titular en tres.
Fuentes periodísticas locales comentan que "se le ve desconectado y lejos de su mejor versión pese a que Pepe Mel es un entrenador que sabe llevar al grupo y le tiene en dinámica de equipo. El ocaso de Lopy ha llegado en una temporada donde ha brillado y ha cargado con el peso de la medular con partidos sobresalientes", escriben en La Voz de Almería.
En Almería aseguran también que tendrá ofertas de Primera División. No se quedará en Segunda División, por lo que un traspaso es inevitable porque su ficha elevaría mucho el límite salarial del Almería.