Ewa Pajor ha tardado poco en demostrar que puede ser la ‘nueve’ de referencia que el Barcelona lleva años buscando. Ha llegado a la plantilla en sustitución de Mariona Caldentey, que lucía el dorsal ‘nueve’ pero que es una futbolista de un perfil totalmente distinto, más ‘falso nueve’ o incluso interior o jugadora de banda. Pajor es una ‘killer’, una jugadora de área, que ha llegado al Barcelona con la idea de convertirse en la culminadora del enorme caudal de juego que genera el equipo barcelonista. Y es que ha llegado como un auténtico fichaje de rendimiento inmediato.
El arranque de la delantera polaca (como Lewandowski, curiosamente) no ha hecho más que alimentar las esperanzas en un impulso extra a la capacidad goleadora del equipo de Pere Romeu. Debutó con gol en el primer amistoso de la pretemporada, en la goleada por 1-5 ante el Hoffenheim, y en el segundo, doblete de goles y de asistencias en el 5-0 ante el Montpellier. Dos goles y dos asistencias que han confirmado de buenas a primeras las expectativas depositadas en esta jugadora.
Un perfil largamente buscado
El Barcelona ha tenido en sus filas goleadoras como Jenni Hermoso, la propia Mariona o Salma Paralluelo, pero son goleadoras de un perfil muy distinto, no son ‘killers’ de área. El Barcelona buscó ese perfil con Asisat Oshoala o Geyse Ferrerira, pero no acabaron de convertirse en indiscutibles.
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Ahora, con Ewa Pajor, una de las grandes goleadoras del fútbol europeo, el Barcelona da un salto cualitativo en la plantilla. Procede del Wolfsburgo, donde coincidió con Fridolina Rolfö, con la que vuelve a hacer un tándem demoledor en el Barcelona. Como azulgrana volverá a tener la ocasión de rematar los centros de la sueca