El Barça sí estuvo acompañado en Belgrado. Una veintena de aficionados, algunos de ellos socios, presenciaron en directo en el Estadio Rajko Mitic, el popular 'pequeño Maracaná, el Estrella Roja-Barça de la cuarta jornada de la Champions League, aunque algunos de ellos resguardados en el anonimato, sin mostrar la camiseta y la bufanda azulgrana, para evitar cualquier incidente debido a su ubicación.
Es la historia de E. Pérez y J. Domènech, socios del Barça y habituales en los desplazamientos europeos. Cuando conocieron el calendario y antes del encuentro ante el Mónaco, compraron los billetes de avión y realizaron la reserva hotelera. Días después de aquel encuentro, que se jugó el 19 de septiembre, la UEFA sancionó al equipo azulgrana con no poder desplazar a la afición a la capital serbia, debido a los incidentes en el estadio Louis II de Mónaco, donde se exhibió una pancarta con simbología y textos nazis.

Estaban al otro extremo de la afición radical del Estrella Roja
E. Pérez explica a MD que, al conocer el castigo, se pusieron en contacto con el Barça. "Les dijimos que por culpa de unos pocos, pagábamos todos. Nos dijeron que no se podía hacer nada y que lamentaban las molestias". Así que para no perder el dinero invertido, viajaron a Belgrado el mismo día del partido. Antes, a través de la web del club habían adquirido las entradas, en el 'gol sur' sector 6, al otro lado de la afición ultra del Estrella Roja.
Sabían que, a través de una cuenta de Facebook que se dedica a recoger información sobre las viajes y las entradas a los desplazamientos, que algunos otros aficionados también tenían previsto desplazarse. Fue un festival goleador del Barça, pero no lo celebraron. "Los radicales cantaban "P... Barça" (insultos) pero también lo hicieron en dónde estábamos y preferimos no exteriorizar nuestra alegría para evitar un follón".
No detectaron ningún otro aficionado azulgrana. 'Seguiment' denunció en su cuenta Twitter que el Estrella Roja cerró las puertas del Estadio por exceso de aforo, a pesar de que algunos de ellos tenían las entradas compradas. E. Pérez da la explicación. "No había lectura de entradas. La enseñabas y accedías. Con una entrada, podían pasar tres". Al final, celebraron el 2-5 después y al día siguiente.