El Liverpool se encamina hacia un final de temporada que se presumía glorioso pero que tras las últimas tres semanas todo parece haberse derrumbado. Sin olvidar que los reds ganaron la Carabao Cup al Chelsea en una final épica, lo cierto es que todo empieza a caerse desde el 17 de marzo, en las semifinales de FA Cup entre Manchester United y Liverpool, en las que los red devils eliminan a los reds por 4-3. Los de Jürgen Klopp se marchaban al parón de selecciones con sabor amargo y pese a que al volver lograron dos victorias en Premier, esa derrota dejó entrever que algo fallaba en el conjunto de Anfield.
Tras esas dos victorias llega el fatídico 7 de abril. De nuevo en Old Trafford con Man United y Liverpool como protagonistas pero esta vez en Premier League. Los reds tenían ventaja en el marcador y se dejaron remontar, para al final, con un gol de Salah, empatar in extremis. Los de Klopp se dejaban dos puntos vitales y servían el liderato a Arsenal y Manchester City, pues ya no dependían de sí mismos. A partir de ahí vendría un mes para el olvido. Derrota por 0-3 en casa ante la Atalanta en cuartos de final de la Europa League, derrota en casa también frente al Crystal Palace en liga y la eliminación oficial frente a los italianos con una victoria pero sin dar el mínimo síntoma de remontada. Se logró una victoria ante el Fulham pero fue un mero espejismo, pues este fin de semana pasado el Liverpool cayó de nuevo contra el Everton en la primera victoria toffee en Goodison Park en 14 años. En un mes el Liverpool se quedó sin FA Cup, sin Europa League y muy probablemente sin Premier League. Un final muy duro para los reds y para el adiós de Klopp en una temporada que en conjunto estaba siendo muy buena.
En Anfield se trabaja entonces para que el adiós de Jürgen Klopp sea lo menos doloroso posible. En marzo se anunció la vuelta de Michael Edwards al club, ex director deportivo, pero ahora con el rol de CEO de fútbol. Con él llegó Richard Hughes para las labores de director deportivo y delante, la difícil misión de hacer que el futuro del club no sea una travesía por el desierto como le pasó al Man United con el adiós de Sir Alex Ferguson o al Arsenal tras la marcha de Arsene Wenger. Hoy por hoy, Arne Slot, entrenador neerlandés del Feyenoord, es el mejor posicionado y de hecho, el propio Slot, explicó en ESPN que "me gustaría ser el nuevo entrenador del Liverpool, mi decisión está clara. Los dos clubs están negociando y a ver qué sale. Estoy confiado y a la espera del acuerdo". Los reds podrían pagar una compensación económica al club tulipán para hacerse con los servicios de su entrenador.
A la espera de que se confirme si Arne Slot será o no el sucesor de Klopp en Anfield, David Ornstein explicó en The Athletic si habrá o no revolución en el Liverpool tras esta temporada y si, por ejemplo, se plantean una venta con Darwin Núñez: "Dudo mucho que Darwin se vaya, independientemente de lo que se piense de su estado de forma en los últimos tiempos, ha demostrado ser un buen jugador para el club y la selección. Todavía es joven, el Liverpool no obtendría ningún beneficio si lo vendiera ahora, en mi opinión, tiene un claro potencial para desarrollar una exitosa carrera en Anfield".
Ornstein explica que "ahora bien, si llegan ofertas adecuadas por prácticamente cualquier jugador, es natural que Edwards, Hughes y cualquier otro en sus puestos -y a nivel directivo y de propiedad- las considere. Pero eso no significa que vaya a ser aceptado y no hay indicios de que se avecine una revolución dramática para el Liverpool... más bien una evolución inteligente y necesaria". Por lo que no parece que vaya a haber ninguna revolución este próximo mercado.
Por otro lado, hay tres casos de futbolistas pilares en el club que van a terminar contrato en 2025. Virgil Van Dijk (32 años), Trent Alexander-Arnold (25 años) y Mohamed Salah (31 años). "Será una prioridad. Naturalmente, habrá algunos cambios, algunas salidas y llegadas. Pero por lo que sabemos de Edwards, tiende a favorecer alteraciones relativamente sutiles pero importantes para garantizar que el equipo mejore y siga siendo competitivo", añade Ornstein. Hay que recordar que el pasado verano, Mo Salah ya fue objeto de deseo por parte del Al-Ittihad de Arabia Saudí, aunque finalmente no se concretó esa oferta de cerca de 175 millones de euros con variables.
"Naturalmente, con la llegada de un nuevo entrenador habrá ajustes, pero el Liverpool ya tiene un núcleo fuerte, muchos jugadores jóvenes prometedores y algunos profesionales experimentados a los que les queda mucho por dar. Creo que están mejor preparados para gestionar esta transición que el United después de Ferguson y el Arsenal después de Wenger. Por supuesto, Edwards y Hughes se verán presionados para cumplir, y no temerán tomar decisiones duras, atrevidas y quizá impopulares, pero no creo que sean especialmente drásticas".
Con menos de un mes por delante para que acabe la temporada y se concrete la dolorosa marcha de Jürgen Klopp del Liverpool, el club red deberá hacer frente a su adiós, a acostumbrarse a un nuevo entrenador y a decisiones que se tomarán en verano que, a pesar de no ser una revolución como tal, van a ser un nuevo punto de partida para el club de Anfield.