Pocos personajes atesoran en escasos años tanta implicación social y deportiva como la que vivió Gilbert Brutus (2/8/1887, Port Vendres – 7/3/1944, Perpinyà). Comprometido políticamente hasta las últimas consecuencias, luchador incansable antifascista y gran promotor del rugby en todo el Rosselló francés, nunca cedió un paso atrás ni en el terreno de juego ni en su vida personal.
Fundador de su propio club
De joven ya cultivó su pasión por el balón ovalado. Primero jugó en el Stade Roussillonnais, un club de barrio de Perpinyà y después en el Stade Toulousain (Toulouse) en 1908 durante su servicio militar. De vuelta a casa, defendió los colores de la Association Sportive Perpignanaise (ASP), el embrión del futuro Union Sportive des Arlequins Perpignanais (USAP). Era su capitán y tercera línea cuando el club ganó el campeonato de Francia de la segunda división el 23 de abril de 1911. Este éxito abrió las puertas de la primera división a un club que siempre había estado fuera del circuito de los grandes clubes franceses.
En 1912 Brutus empezó a demostrar su carácter decidido y resolutivo y tuvo ciertas desavenencias con los dirigentes del ASP que hicieron que fundara su propio club, el SOP (Stade Olympique Perpignanais), con el que jugó y fue campeón de Francia de la segunda división en 1913.

Gilbert Brutus se implicó personalmente en la creación de varios clubes de rugby y ostentó cargos en la Federación francesa
Una diana en el cielo
Al estallar la I Guerra Mundial fue movilizado en 1914 y se le asignó la difícil tarea de observar las líneas enemigas desde un globo aerostático. El globo era un blanco muy destacado en el cielo para los alemanes ya que muy camuflado no debía estar y sufrió en diversas ocasiones el ataque de los aviones de la Wehrmacht y del fuego de artillería. Pero no fue alcanzado ni derribado sino que lo que terminó con su misión para el ejército francés fue que, habiendo completado 457 horas de vuelo a principios de setiembre de 1918, su globo se incendió. Tuvo que saltar en un rudimentario paracaídas salvando la vida de milagro.

Los globos fueron utilizados en la I Guerra Mundial para divisar las líneas enemigas.
Al volver a Perpinyà e incorporarse al equipo se encontró un panorama similar al de muchos clubes de Europa: la guerra había diezmado sus plantillas de jóvenes ansiosos por combatir y alcanzar la gloria cuando lo que encontraron fue su tumba. Otros, amputados o con graves problemas mentales, tenían otras preocupaciones más importantes que el deporte. El SOP (Stade Olympique Perpignanais) y el ASP no podían hacer una plantilla decente para el siguiente campeonato por lo que acordaron una fusión de los dos clubes en 1919 naciendo la USP (Union Sportive Perpignanais).
Lo fue todo en el rugby
Gilbert Brutus terminó su carrera como jugador. Como árbitro ya había dirigido, en 1922 y 1923, las dos finales del campeonato francés de primera división y en mayo de 1928, los partidos de una selección francesa a la que acompañó en una gira por Marruecos. Además, empezó a entrenar la Union Sportive Quillanais entre 1926 y 1930 a la que llevó a las finales de 1928 y 1930, y al título de 1929 del campeonato francés de primera división.
Fue famoso su enfrentamiento con Marcel Laborde, entrenador de la ASP, tras el nacimiento de la USP por cómo debía ser el rugby: amateur o profesional. Brutus siempre abogó por la profesionalización y su discusión duró más de 15 años. Se impusieron sus tesis.
Ocupó varios cargos como el de ser miembro del Consejo Federal, de la Comisión de Selección y de la Comisión de Árbitros y poseedor de la medalla de oro de 1923 de la Federación Francesa de Rugby (FFR). En la temporada 1938-39 se compromete a entrenar el FC Grenoble pero la II Guerra Mundial frenó esta nueva aventura. Empezaba una lucha fuera de los terrenos de juego que tendría terribles consecuencias.

Carátula del disco de las canciones de la Resistencia francesa
Descartado por su edad para luchar
Participó como miembro del Servicio Secreto y fue torturado por la Gestapo
Simultáneamente, Gilbert Brutus participó en la vida política de Perpinyà y fue elegido concejal de la ciudad en la lista de la Unión Radical y Socialista. Cuando estalló la II Guerra Mundial, fue descartado por su edad (52 años), pero buscó su sitio colaborando en la red de fugas ‘Comet’. Se unió al movimiento ‘Liberation Sud’ creado en los Pirineos Orientales en febrero de 1942. Denunciado, fue detenido por primera vez y llevado a la prisión de Montpellier y posteriormente liberado. En 1943 estaba a cargo del Servicio de Inteligencia y su trabajo era proporcionar a los aliados los planes de defensa alemanes para la costa mediterránea. Fue detenido de nuevo y liberado. Por tercera vez, el 1 de marzo de 1944 fue detenido en su domicilio y encarcelado en la ciudadela de Perpinyà. La Gestapo, harta de tantos sabotajes, se ensañó con los detenidos. Cruelmente torturado, murió en su celda el 7 de marzo de 1944. Según algunos testimonios, se suicidó utilizando un pañuelo