Rafa Nadal estuvo dos meses fuera de la competición, cuidando su dolorido pie izquierdo a la vez que se tomaba unos días de vacaciones prácticamente forzadas porque su cuerpo exigió descanso tras la gira de tierra batida. Renunció a Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Tokio, tomó la decisión de reaparecer en un torneo nuevo para él, el ATP 500 de Washington, que le concedió una invitación para que se convirtiera en el ídolo de las 7.500 personas que han llenado la pista central del Rock Creek Park Tennis Center de la capital estadounidense, sin restricciones de distancia social ni obligación de portar la mascarilla.
El show del manacorí, 35 años y nº 2 mundial, duró dos días. Sobrevivió a las molestias en el pie izquierdo, que le hicieron incluso cojear por instantes, y a Jack Sock en tres horas de choque en su reaparición (6-2, 5-6 y 7-6). No lo hizo contra un rival más rodado en ATP Tour, que va al alza. El surafricano de 24 años y nº 50 de la clasificación Lloyd Harris, finalista este curso en la cancha dura de Dubai.
Nadal hincó la rodilla, 6-4, 1-6 y 6-4 en 2h.10' de compromiso de octavos. En cuartos esperaba el japonés Kei Nishikori. El español se lo perdió ante los 16 'aces' de Harris. Él metió la mitad, pero el primer saque no le ayudó en el tramo decisivo de la tercera manga. Al revés que al rival, que remontó tres bolas de 'break' a raquetazos sin dar opción al manacorí.
Necesita más competición y menos problemas físicos Nadal, que perdió sus primeros 10 puntos al resto. Durante la manga inicial, Harris apabulló con su saque y derecha, así como con su servicio y volea. Un torrente de juventud, vigor y ambición.
Nadal observó bien a un oponente que no conocía en vivo, y le dio la vuelta al choque leyendo mejor el tenis del de Ciudad del Cabo, especialmente su saque.
Lo tenía controlado, pero Harris resurgió más fuerte salvando un 15-40 en el juego inaugural del tercer set. Volvió a creer en él, a dispararse con sus golpes definitivos. Llevó al límite a Nadal, cuya derecha en el último punto, en ventaja, tocó cinta quedándose a merced en la red. Recibió un globo que supuso punto de 'match' convertido para el africano.
Cuestión de tiempo, de minutos en cancha de calidad, para que Nadal camine más suelto en el cara a cara ante rivales complicados en cancha dura y duelos al mejor de tres sets. Abandona Washington con alguna que otra visita turística, mucho cariño de los aficionados y cinco horas de competición ante oponentes de saques y golpes violentos. Un buen ensayo.
Quedan por delante los Masters 1000 ATP de Toronto, ya la semana que viene, y el Masters 1000 ATP de Cincinnati, justo a continuación del evento canadiense. Deberá elegir Nadal en función también de su físico. En la rueda de prensa oficial confirmó que su próximo destino es Toronto. Tiene margen hasta el US Open, a partir del 30 de agosto, para presentare en modo competitivo fiable.
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Perdió pero no cojeó del pie, al meno ostensiblemente. Sumó menos golpes ganadores (26 por 38) y cometió menos errores no forzados (11-21). Cuestión de detalles ante un adversario con mucha hambre, sin miedo a un 'Big 3'. A contrario, convirtiendo la cita en un reto apasionante.