Un reciente análisis del Consejo Americano de Inmigración, basado en datos del censo de 2023, reveló la profunda y multifacética contribución económica de los inmigrantes en Estados Unidos. Este estudio arroja luz sobre cómo los inmigrantes no solo sostienen, sino que también impulsan la economía estadounidense, generando riqueza, fortaleciendo servicios sociales esenciales y llenando vacíos críticos en la fuerza laboral. Sin embargo, este informe surge en un contexto político marcado por políticas de inmigración restrictivas, que amenazan con revertir estos beneficios económicos y sociales.
El análisis del Consejo Americano de Inmigración destaca que los inmigrantes son pilares fundamentales de la economía estadounidense. Su impacto se extiende a través de diversos sectores, desde el inmobiliario hasta el tecnológico y el sanitario.
Uno de los hallazgos más significativos es la contribución fiscal de los hogares de inmigrantes. En 2023, estos hogares aportaron una parte sustancial de los impuestos federales, estatales y locales recaudados. Específicamente, los hogares de inmigrantes indocumentados pagaron 89.8 mil millones de dólares en impuestos, y su poder adquisitivo ascendió a 299 mil millones de dólares.
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En el sector inmobiliario, los inmigrantes también desempeñan un papel crucial. Invierten significativamente en el mercado, revitalizando barrios y contribuyendo con miles de millones de dólares al patrimonio inmobiliario del país. En 2023, pagaron más de 167 mil millones de dólares en alquileres y poseían un patrimonio inmobiliario de más de 6.6 billones de dólares.
Además, los inmigrantes son esenciales para la fuerza laboral en sectores clave. Ayudan a paliar la escasez de mano de obra en áreas como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), la salud y la agricultura. Casi uno de cada cuatro emprendedores en el país es inmigrante, y un 46% de las empresas de la lista Fortune 500 fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos. En el sector de la salud, casi el 16% del personal de enfermería y aproximadamente el 28% del personal sanitario son inmigrantes.

En la salud, un alto porcentaje es de migrantes
A pesar de estas contribuciones, las políticas de deportación impulsadas por la administración Trump plantean serias amenazas. Estas políticas podrían separar a millones de niños ciudadanos estadounidenses de sus familias y perjudicar a diversas industrias en todo el país. Según el análisis, aproximadamente 4.1 millones de niños ciudadanos estadounidenses viven con al menos un padre indocumentado.
La deportación masiva también tendría efectos perjudiciales en la economía, al privar a sectores clave de una fuerza laboral esencial. Además, la reanudación de la detención masiva de familias, con la reapertura de centros de detención en Texas, generó críticas por parte de organizaciones de derechos de inmigrantes.
Estas organizaciones califican las políticas de deportación y detención como "draconianas" e "inmorales", e instaron al Congreso a detener la financiación de la detención de inmigrantes. Argumentan que estas políticas tienen un alto costo moral y financiero para el país.
El análisis del Consejo Americano de Inmigración también destaca que los inmigrantes no solo contribuyen económicamente, sino que también fortalecen el tejido social de Estados Unidos. Su diversidad cultural enriquece a las comunidades y fomenta la innovación y el emprendimiento.
En un contexto de creciente debate sobre la inmigración, este estudio proporciona datos concretos sobre el impacto positivo de los inmigrantes en la economía y la sociedad estadounidense. Subraya la importancia de considerar este impacto al formular políticas de inmigración.