La industria del entretenimiento en Estados Unidos entra en una nueva fase tras la firma de una orden ejecutiva por parte del presidente Donald Trump, misma que busca controlar la reventa de boletos y modificar la estructura de precios en espectáculos en vivo, según reportó Telemundo.
El documento instruye a la fiscal general, Pam Bondi, y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a supervisar que los revendedores cumplan con las regulaciones del Servicio de Impuestos Internos (IRS) cuando vendan boletos por encima de su valor nominal.
Además, la Comisión Federal de Comercio (FTC) deberá garantizar la transparencia en el proceso de compra y sancionar prácticas desleales que distorsionen el mercado secundario de boletos, en lo que será la primera intervención directa del nuevo gobierno en la industria del entretenimiento.
Ticketmaster y Live Nation en la mira de Trump
Más allá de la nueva orden ejecutiva, la regulación de la venta de boletos ya era un tema de debate. En mayo de 2024, la administración de Joe Biden demandó a Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation Entertainment, por presuntas prácticas monopólicas que restringen la competencia y elevan artificialmente los precios de las entradas.
La demanda, presentada en una corte federal de Manhattan con el respaldo de fiscales generales estatales, acusó a la compañía de controlar de manera dominante el sector de espectáculos en vivo.
Nacida de la fusión entre Live Nation y Ticketmaster en 2010, la empresa gestiona 373 recintos de eventos en todo el mundo y organizó más de 50 mil espectáculos en 2023, con una asistencia de 145 millones de personas y una facturación de 22,7 mil millones de dólares, según cifras de la AFP.
Controversias con artistas y consumidores
Las quejas contra Ticketmaster no son nuevas. Durante la gira The Eras Tour de Taylor Swift, que concluyó el 8 de diciembre de 2024, numerosos fanáticos denunciaron fallos en la venta de boletos, lo que derivó en una ola de críticas hacia la empresa. Situaciones similares pasaron con otras bandas como Oasis, lo que hizo que aumentara el escrutinio sobre sus prácticas comerciales.
La nueva orden ejecutiva de Trump y la demanda contra Ticketmaster bajo la administración de Biden reflejan un creciente interés del gobierno en reformar el mercado de boletos para espectáculos en vivo, en busca de lograr una mayor equidad y transparencia para los consumidores.