Durante más de una década, el conocido como caso Bárcenas ha sido una de las mayores sombras que ha planeado sobre el Partido Popular (PP). Se trata de una investigación que destapó una presunta financiación ilegal del partido a través de una contabilidad paralela llevada por el extesorero Luis Bárcenas. En esas anotaciones manuscritas -conocidas como 'los papeles de Bárcenas'- aparecían supuestos pagos en B a altos cargos del partido, entre ellos un enigmático 'M. Rajoy', cuya identidad ha sido objeto de especulación desde entonces, pues parece evidente de que se trata del expresidente del Gobierno. Pese a ello, la versión oficial mantiene que no queda demostrado que se refiera a él.

Luis Bárcenas
En paralelo, la Operación Catalunya hace referencia a un conjunto de maniobras llevadas a cabo desde el Ministerio del Interior para intentar desacreditar a dirigentes independentistas catalanes, especialmente durante los años previos al referéndum del 1-O. Estas acciones, que implicarían el uso de recursos del Estado con fines partidistas, han sido vinculadas en numerosas ocasiones a las mismas estructuras que, según las investigaciones, participaron en el encubrimiento o manipulación de pruebas relacionadas con el caso Bárcenas.
Ambas tramas se entrelazan a través de un mismo eje: el uso de las llamadas 'cloacas del Estado', una red en la que participaron policías, altos cargos y miembros del Gobierno para proteger intereses políticos y personales. En este contexto, la figura del excomisario José Manuel Villarejo se vuelve clave, pues es una figura extremadamente conocida en España por sus investigaciones secretas y grabaciones que delatan, a menudo, casos de corrupción o asuntos altamente confidenciales.
En este contexto, este mismo miércoles 26 de marzo el programa matinal de RAC1 'El món a RAC1' presentado por Jordi Basté, ha emitido en exclusiva varias nuevas grabaciones nunca antes escuchadas en las que la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en una conversación con Villarejo, destaparía la implicación directa en el caso Bárcenas de ni más ni menos que el entonces presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
Y es que en esa conversación en el despacho oficial de la sede del PP en la calle Génova 13 de Madrid, Cospedal revela y delata, sin querer, que Rajoy estaba al caso de las ilegalidades que cometía la policía patriótica, un supuesto grupo dentro de la Policía Nacional que habría actuado durante los gobiernos del partido con fines políticos.

El excomisario Villarejo, en RAC1
El excomisario, en una de las grabaciones, iniciaba la conversación explicando que "se ha encontrado hace un mes una documentación complicada", a lo que Cospedal responde que "lo del último mes no lo sé, yo sé que antes habían encontrado y más o menos habían limpiado a este (Bárcenas) todo lo que tenía", afirma la por entonces secretaria general del PP para inculpar indirectamente después a Mariano Rajoy: "A mí me lo ha dicho el presidente, no me lo ha dicho nadie más". Es decir, Rajoy sabía qué material robaban a Bárcenas y, por lo tanto, era plenamente consciente que había una operación ilegal de la policía patriótica para espiar al antiguo tesorero del PP y proteger al partido.
Cospedal proseguía afirmando que "él (Rajoy) no ha cortado las vías de comunicación, yo lo sé. O sea, yo sé que Rajoy le ha dejado al otro mantener las vías de comunicación. Que sepas que lo sé, por si acaso. Para tener distintas vías, porque como yo se supone que soy una inflexible, pues de mi se fían los justo. Sobre todo por una razón: porque como yo no tengo 'cadáveres' me puede dar por mandarlo todo a paseo. Y entonces los dejo en la mierda".

A la ministra de Defensa María Dolores de Cospedal le hicieron creer que "Puigdemont es un espía ruso"
Con esto, la ex secretaria general deja claro que Rajoy mantenía vías de comunicación con Bárcenas, pese a que ella era partidaria de cortarlas por completo, aunque entiende que no lo haga porque él sí que tiene "'cadáveres'", en cambio, ella no. Por otro lado, también deja en mal lugar al PP, pues declara que tienen "'cadáveres'".
Por último, en otro tercer audio Villarejo recomienda a Cospedal que hagan policía español al chófer de Bárcenas, para que así tuviera la boca cerrada y no explicara que trabajaba como espía del Partido Popular. De esta manera, también se ahorrarían pagarle los 2.000 euros mensuales de fondos reservados que cobraba por el trabajo sucio que les realizaba.