Además del disgusto de la derrota, Luka Doncic se pudo haber llevado otro muy grande anoche.
Instantes antes de que empezara la segunda parte del partido entre los Orlando Magic y los Lakers, el esloveno chutó el balón hacia la grada, una broma que casi la cuesta cara pues a punto estuvo de darle a un aficionado.
El gesto del base denotó que a punto estuvo de golpear a un fan de manera fortuita.
El ’77’ tiene y ha tenido varios ídolos en el Real Madrid de fútbol como Toni Kroos, quien acudió a animarle a Los Ángeles el día que Doncic se enfrentó a los Dallas Mavericks por primera vez.
Sin embargo, o por lo menos anoche, el esloveno está lejos de tener con los pies el mismo impecable toque de balón que el alemán. Casi le sale caro.