Ronald Koeman, técnico del Barça, fue sancionado con dos partidos por el Comité de Competición tras su expulsión ante el Granada por decir “vaya personaje”, según reflejó en el acta arbitral el árbitro Pablo González Fuertes. El entrenador azulgrana no podrá estar en el banquillo este domingo en Mestalla ante el Valencia ni en el del Camp Nou el próximo 8 de mayo frente al Atlético de Madrid, a menos que prospere el recurso que presentó el club contra el castigo. En la rueda de prensa posterior al encuentro del jueves, Koeman ya se quejó de su expulsión al considerar que no había faltado al respeto a nadie. “Según el acta del árbitro he faltado al respeto al cuarto árbitro y para mí no es así. Una falta de respeto es insultar. Que me diga cuáles son las palabras que he usado, ninguna de ellas ha sido fea”, explicó. Lo cierto es que, según las cuatro acepciones que contempla el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) de la Lengua la palabra “personaje” no contempla una acepción peyorativa en ningún caso.
De las cuatro que propone, ninguna desprende ese menosprecio que contempla el artículo 117 del Reglamento Disciplinario de la Federación respecto a árbitros, directivos o autoridades deportivas. La primera acepción del diccionario de la RAE define “personaje” como “Persona de distinción, calidad o representación en la vida pública”. La segunda apunta que es “cada uno de los seres reales o imaginarios que figuran en una obra literaria, teatral o cinematográfica”. La tercera estima que es “persona singular que destaca por su forma peculiar de ser o de actuar” y pone como ejemplo la frase “el boticario del pueblo es todo un personaje”. Por último, rescata una acepción en desuso de “personaje”: “Beneficio eclesiástico compatible con otro”.