Era difícil pero se consiguió. De más de 40 preguntas a Xavi en su puesta de largo, en ninguna se nombró a Víctor Font, el candidato con el que había elaborado al dedillo su proyecto de Barça durante los tres últimos años. Otro qué tal con los entrenadores. En 90 minutos se habló de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard, Guardiola, Félix Sánchez y hasta de Joan Vilà. Supimos qué aprendió de cada uno de ellos. Ni una sola mención a Tito Vilanova, con quien ganó la Liga de los 100 puntos.
Lee también
Sí apareció un nombre por sorpresa: Brasil. El de Terrassa admitió que le habían propuesto ser el asistente de Tite hasta Qatar 2022 y, luego, hacerse cargo de la ‘seleçao’. Notición. Por suerte para los culés, Xavi esperaba al Barça, aunque dijo que no en enero de 2020 –tras Valverde- y en agosto de 2020 –tras Setién-. El momento soñado ha llegado ahora, con un presidente al que el nuevo entrenador definió ayer como “un tío” que no tiene dos caras.
Ayer Laporta estaba feliz. Dio el titular que quedará para el relato: “hoy es un día que marcará la historia del club”. En cambio, hasta en tres ocasiones rehuyó contar si se habían pagado –y cómo- los cinco millones de la cláusula de Xavi con el Al Saad. Es muy simpático cantar rianxeiras en Vigo y ‘Un dia de partit’ al lado de Xavi, pero por encima de todo hay que contar las cifras de la operación. Se fue allí para negociar y se ha terminado pagando todo. ¿Es eso?