En julio de 2017, dos años después de convertir en profesional su equipo femenino de fútbol, el Barça hizo una apuesta nunca vista. El entonces vicepresidente Jordi Mestre presentó a las seis jugadoras fichadas ese verano. Más allá del nombre de Lieke Martens o Toni Duggan, María Pilar León se convirtió en la primera futbolista española por la que se pagaba un traspaso económico. El Atlético de Madrid cobró 50.000 euros del Barça. Visto el rendimiento de la central maña, el negocio fue redondo para los culés. Mapi ha sido fundamental para el crecimiento del equipo hasta convertirse en imbatible en España y triple campeón de Europa. No solo porque Mapi lidera desde atrás, porque cierra cualquier puerta gracias a su velocidad y a la precisión de sus ‘tackles’, sino porque tiene un guante en el pie para salir con el balón jugado desde atrás. También su ejecución del balón parado, en saques de esquina y faltas laterales, es perfecta. Sus centros son, casi, medio gol.
¿Y qué decir de su conexión con la grada? Ha sido un factor fundamental en el fenómeno Barça y en el vínculo tan especial que se ha establecido con la afición. El pasado diciembre tuvo la desgracia de la rotura del menisco externo de la rodilla derecha, que le dejó en el dique seco en el tramo bonito de la temporada. Ahora ha vuelto. Y lo ha hecho a tope.
En el debut liguero en Riazor y con un partido anclado en el 0-0, suerte tuvo Pere Romeu de un cambio de juego de Mapi que sirvió para iniciar la jugada que abrió la lata. Marcó la polaca Ewa Pajor, una especialista del gol que le dará puntos y alegrías al Barça. Pero el fichaje de la temporada es, sin duda, poder recuperar la mejor versión de Mapi León.