El empate en Vigo tocó el orgullo de la plantilla del FC Barcelona, que asumió que tiene que reaccionar y aprender de lo ocurrido. Perdieron dos puntos que tenían hechos y la sensación fue de derrota. Se llevaron la bronca del entrenador, Hansi Flick, pero los futbolistas fueron los primeros en hacer autocrítica.
Al acabar el partido, Jules Koundé fue duro consigo mismo. “No estaba metido, lo asumo, pero no hay que rendirse. El partido lo hemos empatado por culpa mía en parte”, declaró el lateral francés, que salió en la foto del 1-2. El defensa azulgrana apuntó que “es un aprendizaje para todos, igual lo hemos visto un poco fácil. Los últimos dos partidos no hemos jugado bien pero esto forma parte de las temporadas. Ahora es cuando se demuestra si somos un grupo o no”.
Gavi siguió en la misma línea. “Cualquier equipo, si no estás concentrado y metido pasa lo que pasa”, dijo aún sobre el césped. “Teníamos el partido controlado, la expulsión nos ha marcado mucho. En dos jugadas puntuales nos han metido dos goles, hay que aprender de esto. Toca seguir”, recalcó.
Otro que hizo autocrítica públicamente, aunque a través de su perfil personal de Instagram, fue Marc Casadó. Tras su expulsión en Balaídos, posteó: “Ante todo pedir disculpas tanto al equipo como a la afición, son decisiones que se toman en milésimas de segundo y está claro que la de hoy no ha sido la correcta. Seguiremos trabajando por todo lo que queda”.
Dani Olmo, por su parte, también reivindicó al grupo en sus redes sociales. “Confianza plena en este equipo. Aprender y a seguir trabajando… Todos juntos”, comentó el delantero. Pedri, ya con la vista puesta en la Champions, también subrayó la unidad. “Volvemos a casa con más ganas que nunca de victoria. ¡Juntos a por todas!”, sentenció