No hay caso alguno en cuanto a la posible alineación indebida de Iñigo Martínez anoche con el Barça que podría denunciar Osasuna. Denuncia que harían en caso al Reglamento sobre el Estatuto de Transferencia de Jugadores de FIFA. En concreto en el Anexo relativo a la liberación de los jugadores y donde en su apartado cinco establece que un jugador “convocado por su asociación para una de sus selecciones representativas no tienen derecho, a menos que su asociación acuerde lo contrario, a jugar para el club al que pertenece durante el período dure o debiera durar su liberación, conforme a las disposiciones del presente anexo, más un período adicional de cinco días”.
Y no lo hay porque desde la RFEF, según fuentes consultadas por MD, el jugador quedó desligado el mismo momento que desde el estamento federativo comunicaron a primera hora de la mañana del día 17 que quedaba desconvocado. En su lugar fue llamado el joven central del Bournemouth Dean Huijsen.
De hecho, Iñigo Martínez ni siquiera acudió ese lunes 17 de marzo a la Ciudad del Fútbol como podría haber reclamado la propia RFEF y como existen precedentes en convocatorias de esta misma temporada con jugadores azulgranas. Algo que tuvo que hacer Lamine Yamal el pasado mes de septiembre. El artículo dice textualmente que “un jugador lesionado que, debido a su lesión o enfermedad, no pueda asistir a una convocatoria de la asociación del país cuya nacionalidad ostenta, deberá, si esta asociación lo solicita, someterse a un examen médico realizado por un médico designado por la asociación. Si el jugador lo desea, dicho examen médico se hará en el territorio de la asociación donde está inscrito”.
Pero este examen médico no llegó a realizarse desde la RFEF y desde ese momento Iñigo Martínez quedó desligado y liberado por parte de la selección. Esto no es exclusivo del azulgrana, es el protocolo siempre que se produce está situación.