El duelo de octavos de final entre el Manchester United y la Real Sociedad en Old Trafford estuvo marcado por la polémica arbitral. Benoît Bastien, colegiado francés del encuentro, señaló tres penaltis en total, dos a favor del United y uno para la Real. Sin embargo, lo más llamativo del partido fue la anulación de un cuarto penalti en el minuto 84, cuando el árbitro revirtió su decisión tras la sorprendente confesión de Patrick Dorgu. El jugador del conjunto inglés reconoció que no había sido derribado por Hamari Traoré dentro del área y, en un gesto de fair play, Bastien decidió anular la pena máxima. En el instante, el colegiado llamó a los capitanes de ambos equipos para explicarles la situación.
El penalti de Zubeldia
Más allá de este gesto de deportividad, la Real Sociedad terminó el partido con una fuerte sensación de injusticia. Los dos penaltis señalados a favor del Manchester United fueron muy discutidos. El primero, cometido por Igor Zubeldia sobre Højlund en el minuto 14, llegó tras una disputa dentro del área en la que el central donostiarra llegó tarde. El segundo, señalado sobre Aritz Elustondo, también generó controversia entre los jugadores del conjunto txuri-urdin, que protestaron airadamente. En cambio, el único penalti pitado a favor de la Real, sobre Mikel Oyarzabal, solo se concedió tras la intervención del VAR, lo que alimentó aún más el enfado del equipo visitante.
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Tras el encuentro, el técnico Rubén Amorim elogió la honestidad de Patrick Dorgu y afirmó estar "orgulloso" del gesto de deportividad que se vio sobre el césped. "Me siento orgulloso de él, es lo justo", señaló en rueda de prensa. Por su parte, los jugadores de la Real Sociedad, visiblemente molestos, se quejaron de un criterio desigual en las decisiones arbitrales, sintiendo que el colegiado favoreció al Manchester United en un partido clave para su futuro en la competición, de la que quedaron eliminados.