"Correr es una actividad física popular en el tiempo libre", indica una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de la Medicina (NIH).
Hay personas que dudan sobre cuál es el mejor momento para practicar este deporte, y ponen como primera opción la mañana o la noche. Sin embargo, el running por tarde puede ser apropiado para que tu experiencia sea placentera y aproveches los beneficios de este horario.
Correr por la tarde coincide con el momento del día en que el sol comienza a descender y el día se relaja. Por este motivo, el running a este horario no sólo es ideal para optimizar tu rendimiento al máximo y disfrutar de una práctica al aire libre, sino que además aporta numerosos beneficios para el cuerpo y la mente.

Los beneficios de hacer running durante la tarde
Los beneficios de hacer running durante la tarde
El estudio publicado en la Biblioteca Nacional de la Medicina (NIH) ha indagado sobre la relación entre correr y reducir el riesgo de mortalidad. Según esta investigación, "correr, incluso de 5 a 10 minutos al día a velocidades bajas, se asocia con una reducción significativa del riesgo de muerte por cualquier causa y de enfermedades cardiovasculares".
Por lo tanto, correr es una actividad con múltiples beneficios, y más allá de que algunos estudios afirman que el running por la mañana tiene más ventajas que trotar por la tarde o por la noche, la realidad es que el momento del día para hacer running depende, básicamente, de tus objetivos y tu condición física.
Eso sí, no dudes que tu cuerpo y mente serán beneficiados de tu decisión de correr. Por este motivo, si dudas en correr por la tarde, quítate esa cuestión pues es un buen horario para realizar cualquier actividad física al aire libre y tiene una serie de ventajas para tu cuerpo y tu mente. Presta atención:
1. Más energía, mejor rendimiento
Cuando llega la tarde tu cuerpo ya ha pasado varias horas en movimiento, y esto es favorable para tu musculatura, ya que los músculos están más activos y flexibles.
Gracias a ello, expertos sugieren que se reduce el riesgo de lesiones y mejora el rendimiento físico, ya que la temperatura corporal es más alta y la coordinación muscular está en su punto óptimo.
2. Reiniciando la mente
Correr por la tarde, después de un día de trabajo o estudio, es una buena excusa para reiniciar tu mente. La sensación de libertad, el aire fresco y la producción de endorfinas ayudan a eliminar la tensión acumulada, mejorando el estado de ánimo y promoviendo un sueño más reparador.
Según una investigación publicada en NIH, "correr puede ser una herramienta terapéutica para una serie de trastornos psicológicos negativos, como la depresión, la ansiedad, la tensión, los cambios de humor y la baja autoestima".
3. Temperatura ideal
A diferencia de la mañana o la noche, la tarde es un buen momento del día para aprovechar las temperaturas más cálidas (especialmente en primavera y otoño). En términos generales, se evita tanto el calor extremo y la deshidratación, como los horarios en que el frío es paralizante.
4. Menos impacto en las articulaciones
Correr es un deporte de alto impacto para el cuerpo, incluso para corredores experimentados, de acuerdo al VI Estudio Cinfasalud: Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles. Dado que una carrera media involucra numerosos músculos, huesos y tendones, la práctica frecuente e intensa de este deporte puede aumentar el riesgo de lesiones.
Ian McNeil en El Manual del Corredor del Principiante explica que un corredor promedio que recorre alrededor de 1.500 kilómetros al año realiza aproximadamente 1,5 millones de zancadas en ese período. Por lo tanto, correr con el cuerpo bien despierto favorece una zancada más natural y eficiente.
5. Evitando el agotamiento flash
El glucógeno “es una fuente rápida de energía para el organismo”, detalla la Clínica Universidad de Navarra. Por esta razón, correr después de comer hace que sus niveles estén más equilibrados, lo que proporciona la energía necesaria para correr con intensidad sin sentirte cansado rápidamente.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.