Los científicos aseguran que el cuerpo humano está diseñado para la resistencia. Las articulaciones absorben impactos y los tendones actúan como resortes elásticos. Pero ahora, una reciente investigación publicada en la revista Science revela que el corazón también está adaptado para soportar actividades de resistencia.
Sin embargo, el estudio ha revelado que el grado de adaptación del corazón depende, meramente, de nuestro estilo de vida: si somos corredores activos, trabajamos en el campo o pasamos mucho tiempo sentados en el sofá. A continuación, todos los detalles de esta investigación reveladora.
Cómo impacta correr o quedarse sentado al corazón
Para profundizar en el tema, los investigadores utilizaron ultrasonido para estudiar los corazones de más de 160 hombres adultos, divididos en cuatro grupos:
- Corredores de largas distancias.
- Personas sedentarias.
- Linieros de fútbol americano altamente entrenados.
- Tarahumaras, un grupo de agricultores nativos americanos conocidos por su capacidad para correr largas distancias.
Asimismo, como referencia adicional, también examinaron los corazones de 43 chimpancés machos adultos.
Al comparar el ventrículo izquierdo del corazón (la cámara más gruesa y con forma de fresa encargada de bombear la sangre), los investigadores notaron diferencias significativas entre los distintos grupos.
"Los corredores de resistencia y los agricultores tenían ventrículos más grandes y alargados con paredes delgadas, rasgos que ayudan a bombear grandes volúmenes de sangre durante mucho tiempo", informaron los investigadores en Proceedings of the National Academy of Sciences.
En tanto, "los linieros, cuyo entrenamiento enfatizó el ejercicio corto y de alta intensidad, tenían ventrículos más cortos y anchos con paredes más gruesas. Lo mismo ocurrió con los humanos sedentarios. Los chimpancés, cuyas principales actividades son ráfagas cortas de ejercicio de alta intensidad como pelear o escalar, tenían los ventrículos más cortos y gruesos", explicaron los investigadores.

Correr ayuda a revertir a largo plazo las secuelas del sedentarismo en el corazón
Correr ayuda a revertir a largo plazo las secuelas del sedentarismo en el corazón
Es sabido que los ejercicios de alta intensidad, como correr, pueden provocar un aumento brusco de la presión arterial, lo que hace que el corazón tenga que adaptarse.
En base a esta información, los investigadores del estudio han descubierto que los corazones de los linieros de fútbol americano y los chimpancés, presentan cámaras más pequeñas, paredes más gruesas y formas redondeadas.
Esto les permite mantener un flujo sanguíneo constante hacia el cerebro y evitar la pérdida de conciencia. Sin embargo, aunque estos rasgos son producto de la evolución, el sedentarismo también puede provocar un engrosamiento similar del corazón.
En contraste, nuestros primeros antepasados, como cazadores-recolectores y agricultores, desarrollaron adaptaciones para la resistencia, lo que fortaleció sus corazones de manera diferente.
No obstante, en la sociedad moderna, donde predominan los hábitos sedentarios, estas adaptaciones no resultan tan efectivas y pueden contribuir al desarrollo de cardiopatías hipertensivas.
Esta afección se refiere a "problemas cardíacos que ocurren debido a la presión arterial alta que permanece durante mucho tiempo", explica Medline Plus.
La buena noticia es que los investigadores aseguran que estos cambios en el corazón pueden revertirse con el tiempo si se incorporan actividades de resistencia, como correr largas distancias.
Al parecer, adoptar este tipo de ejercicio no solo fortalece el corazón, sino que también contribuye a una mejor salud cardiovascular a largo plazo.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.