“¡Muñeco, Muñeco, Muñeco…!”. Resultó más que emocionante la recepción para Marcelo Gallardo en el primer partido de su segundo ciclo como técnico de River. Los millonarios coparon el Monumental y montaron un escenario descomunal para reencontrarse con el entrenador más exitoso de su historia. Humo rojo y blanco, tribunas llenas, cánticos imponentes… Sin embargo, la fiesta no fue completa. Faltó la victoria.
El nuevo River de Gallardo no pudo contra el puntero Huracán. Se trató de una producción de mayor a menor, con un epílogo desteñido, sin reacción, sin contagio. Y terminó estacionado en un 1-1 amargo.
Gallardo apeló a una formación que contó con el debut también de Germán Pezzella. El ex Betis formó dupla de centrales junto al chileno Paulo Díaz. Del medio hacia arriba, el Muñeco apostó a Rodrigo Aliendro y Felipe Peña para el equilibrio y a los talentos precoces, Franco Mastantuono y Claudio Echeverri, para la creación. Con Pablo Solari para el desborde y con Adam Bareiro como delantero centro en lugar del lesionado Miguel Borja.
River arrancó ganando rápido con una buena resolución del Diablito Echeverri. Sin embargo, no lo pudo sostener. Es que a Huracán le sobran convicción y oficio. Entonces, los de Parque Patricios no se achicaron y al rato empataron con un gol del chileno Rodrigo Echeverría, de cabeza tras una linda jugada nacida en un mal pase de Peña. Y en el segundo tiempo los de Parque Patricios inclusive estuvieron más cerca de la victoria, como para justificar el liderazgo en forma invicta.
Marcelo Gallardo, agasajado en el Monumental
Gallardo, tras el empate, declaró: “El empate nos baja un poco la ilusión, pero eso no tiene que pasar. Tenemos que prepararnos para el miércoles que es importante”. Y como principal diferencia con lo que planteaba Martín Demichelis, el Muñeco remarcó: “Buscamos un equipo más agresivo, más físico. Lo logramos en los primeros 20 o 25 minutos. Eso es importante”. Y además, valoró a Huracán. River ahora se enfoca en su objetivo principal: los octavos de final de la Libertadores, que empezará a disputar este miércoles como visitante contra Talleres, en Córdoba.
La vuelta de Gallardo cerró un sábado en el que antes había empatado Boca (1-1 con Independiente Rivadavia, en Mendoza). El equipo xeneize logró la igualdad sobre la hora con un gol de Cristian Medina y no encuentra regularidad. Estuvo muy cerca de perder. Es más, los mendocinos hasta desperdiciaron un penal: Sergio Romero se lo atajó a Sebastián Villa.
El otro grande que jugó este sábado fue San Lorenzo, que cayó 0-1 como local ante Atlético Tucumán en el último suspiro. Los hinchas azulgranas insultaron al presidente Marcelo Moretti y a los jugadores. Y el técnico Leandro Romagnoli amagó con renunciar, pero los dirigentes lo convencieron para que siguiera. El Ciclón vive una realidad muy delicada.
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Boca y San Lorenzo se cruzarán el domingo en la Bombonera, pero antes los xeneizes jugarán el jueves en la Bombonera contra Cruzeiro por la Copa Sudamericana y los cuervos lo harán el martes en el Bidegain ante Atlético Mineiro por la Libertadores.
Hasta ahora, ningún grande ganó en la décima jornada de la liga argentina. Racing había perdido como local el viernes, 0-1 ante Gimnasia. Hoy jugará Independiente, que padece una severa crisis y visitará en La Plata a Estudiantes. Hoy el único puntero es Huracán con 20 unidades, pero Vélez podría alcanzarlo si hoy supera a Banfield.