El Athletic pelea por un objetivo que no ha logrado en las últimas nueve temporadas. La última campaña en la que los leones se hicieron con una plaza Champions fue en la 2013-14, la primera de Valverde en su segunda etapa en el banquillo de San Mamés que se prolongó otras tres más, hasta que fichó por el Barça.
Entonces, los rojiblancos se auparon a esa privilegiada posición en la decimoquinta jornada tras derrotar precisamente al equipo culé en casa (1-0) con un gol de Muniain, que la semana pasada anunció que deja el Athletic al término de este curso después de quince años en el primer equipo y diecinueve en Lezama, y ya no la abandonaron en todo el curso.
El conjunto de txingurri superó la previa de la máxima competición continental ante el Nápoles de Rafa Benítez y fue eliminado en la fase de grupos para caer a la Europa League. El Torino les dejó fuera en dieciseisavos.
A partir de ese año, ha conseguido un quinto puesto (Liga 2015-16), dos séptimos (14-15 y 16-17), tres octavos (18-19, 21-22 y 22-23), un décimo (20-21), un undécimo (19-20) y el puesto 16º en la 17-18, la peor en esta etapa.
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Para conseguir su objetivo, el premio extra tras ganar la Copa y tener asegurada una plaza el segundo torneo europeo, deberá mejorar mucho los resultados logrados en los cinco últimos encuentros de la Liga anterior. En ese caso, los bilbaínos solo sumaron cuatro puntos de quince posibles con el triunfo ante el Celta en San Mamés y el empate cosechado ante el Real Madrid en la última jornada disputada en el Bernabéu. Los bilbaínos hincaron la rodilla contra el Villarreal (5-1), Osasuna (2-0) y especialmente ante el Elche (0-1), un resultado que echó por tierra las aspiraciones europeas y que hizo mucho daño por cómo se produjo.
“Quedan cinco partidos y tenemos que pelear hasta el final. Nuestra intención es coger al que va delante y sacar distancia al de atrás. Perder este partido es un paso atrás porque ellos suman tres puntos y nosotros no los sumamos, pero hay que continuar”, dijo Valverde al término del choque del Metropolitano. Su equipo ya no tiene margen de error para mantener viva la llama competitiva en estas cinco jornadas.
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