El futuro del FC Barcelona en la Champions League se juega esta noche (21 h./Movistar Liga de Campeones) entre Múnich y Lisboa. El equipo de Xavi Hernández depende de sí mismo para estar en la próxima ronda de octavos de final. Eso sí, deberá ganar al Bayern a puerta cerrada en la capital bávara, donde el club azulgrana no ha sido capaz de ganar en toda su historia, o bien esperar que el Benfica no logre la victoria ante el Dinamo Kiev. El técnico de Terrassa afronta un reto que no lograron en su época ni Cruyff, ni Van Gaal, ni Guardiola, ni Tito Vilanova y tampoco Luis Enrique, incapaces de llevarse el triunfo de tierras muniquesas. Ahí es nada.
"La historia está para romperla"

El técnico azulgrana es consciente de la dificultad de ganar en Múnich, pero se muestra convencido de que están capacitados para lograrlo
El Benfica debe ganar al Dinamo
Eso sí, de reojo se irá siguiendo el partido de Lisboa, donde al Benfica, de momento tercero de grupo con dos puntos menos que el Barça, está obligado a ganar ante un Dinamo de Kiev que no se juega nada y a esperar que los azulgrana pinchen.

Bayern-Barça
Pero Xavi no quiere pensar en carambolas. No, de entrada. A pesar del mazazo que supuso la última derrota en casa (0-1) frente al Betis en Liga, el entrenador azulgrana mantiene el optimismo como de costumbre y sigue prefiriendo ver siempre el vaso medio lleno. Asimismo, el egarense confía ciegamente en los suyos para estar el lunes 13 en el bombo del próximo sorteo de Champions.

Todas las probabilidades del grupo E
El Bayern, por su parte, ya es primero de grupo, pero algunos de sus jugadores –Müller, sin ir más lejos– o el propio Nagelsmann ya han dejado claro estos últimos días que su único objetivo es lograr el pleno de victorias en una primera fase prácticamente impecable. De hecho, los alemanes se presentan al choque de hoy con el factor campo de octavos asegurado y un balance arrollador de 19 goles a favor y tan solo tres en contra.
En esta ocasión, el cuadro bávaro llegará tocado por algunas bajas significativas. No estarán Goretzka, Gnabry, Choupo-Moting ni Kimmich y se prevé alguna rotación en el once que no disminuirá ni el ritmo ni la ambición del Bayern, según explicó su técnico.

El Bayern es primero de grupo, en la Champions League, y el equipo de Nagelsmann ya ha dejado claro que su único objetivo es lograr el pleno de victorias en esta primera fase
Por parte del Barça, con todos los disponibles. No llegó Ansu Fati, tampoco Pedri, además de los lesionados de larga duración Sergi Roberto, Agüero y Braithwaite. Sí estará, en cambio, Ousmane Dembélé, la gran esperanza barcelonista. El delantero francés ya sabe qué es marcar en el Allianz, lo logró con el Dortmund en 2017, y apunta a titular con la misión de intentar cambiar la dinámica anotadora de un equipo que tan solo ha sido capaz de anotar dos goles en lo que va de competición europea. Eso sí, dos tantos que les han valido seis puntos, que sumados al 0-0 de la última jornada frente al Benfica, le han permitido defender la segunda plaza del grupo E hasta el último día.
A todo ello, y no menos importante, se le debe sumar otro aspecto que corre más en contra de los azulgrana que de los germanos. El más difícil todavía: el clima. Tanto en el campo como en la grada, muy frío. El partido, debido a las nuevas restricciones por el repunte de la pandemia de Covid en Baviera será sin su ferviente público. Y a la hora del encuentro se esperan temperaturas de bajo cero y no se descartan nevadas. El objetivo es no salir titubeando. Ni antes ni después de la ‘final’ de Múnich.