Entorno

Fútbol femenino, ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?: retos y oportunidades

Mundo Deportivo, a través de Palco23, su vertical de negocio y deporte, y gracias al impulso de Bimbo, ha desarrollado una mesa redonda que ha contado con la participación de grandes agentes del ecosistema del futfem en España.

Fútbol femenino, ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?: retos y oportunidades
Fútbol femenino, ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?: retos y oportunidades
Mundo Deportivo, a través de Palco23, su vertical de negocio y deporte, y gracias al impulso de Bimbo, ha desarrollado una mesa redonda sobre el fútbol femenino.

David García Martínez

27 mar 2025 - 05:00

El fútbol femenino ha experimentado un crecimiento exponencial sin precedente en los últimos años: llena estadios, marca ratings en televisión al nivel de grandes acontecimientos deportivos y ha iniciado un proceso de profesionalización.  

 

Sin embargo, el paradigma de este fútbol moderno es reciente: se está trabajado mucho para construir unos sólidos cimientos sobre los que se estructurará el fútbol femenino del futuro, aunque aún queda un largo camino por recorrer. 

 

Con motivo de este nuevo, o cuanto menos reciente, escenario, Mundo Deportivo, a través de Palco23, su vertical de negocio y deporte, y gracias al impulso de Bimbo®, ha desarrollado una mesa redonda que ha contado con la participación de grandes agentes del ecosistema del futfem en España. 

 

En este coloquio han intervenido Cristina Gálvez, marketing manager Pan Grupo Bimbo; Pedro Malabia, director general de estrategia de la Liga F; Judit Farré, directora de negocio del FC Barcelona Femenino; Marta Corredera, exfutbolista de clubes como RCD Espanyol, FC Barcelona, Arsenal FC, Atlético de Madrid y Real Madrid CF, y Alejandra Pellejero, jugadora del CD Pedrejón, nacida en 2007, y ganadora del MVP de la Supercopa Bimbo® en su última edición, que ha participado en el coloquio de forma telemática. 

 

 

 

 

En 2023, en España había 107.853 jugadoras de fútbol federadas, según información facilitada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), una cifra que para Malabia explica el “optimismo y la realidad hacia donde vamos, con una ola imparable del número de mujeres en el fútbol femenino; debe evidenciarse el cambio cultural y social”. El directivo añade que “se están rompiendo muchos clichés y barreras culturales”.  

 

Para Farré “es un claro reflejo del gran trabajo que se está haciendo” y pone el foco en “las referentes de muchas niñas que quizás hace unos años ni se planteaban el primer nivel”. Corredera, que ha vivido el futfem desde dentro, cree que “ha habido un crecimiento exponencial en los últimos diez años”, aunque reconoce que “aún queda camino en muchos ámbitos, no sólo de licencias, sino de equiparar igualdades en el fútbol base de chicos y chicas”.  

 

En cuanto a las brechas existentes entre el fútbol femenino y el masculino, Gálvez apunta a “un gap de visibilidad y de condiciones económicas, así como en infraestructuras” y las cataloga como “deberes pendientes como sociedad”. La directiva de Bimbo® reconoce que “aún hay mucho por hacer por parte de los clubes, entidades, el Gobierno y de entidades privadas”. 

 

Malabia, sin embargo, pone el foco en “dejar de compararnos” y que “el fútbol femenino cree su propio ecosistema, con sus estándares de calidad y su camino; sin esa comparativa que, muchas veces, lo que hace es frustrar y dimensionarte mal”. El directivo de la Liga F enfatiza en el concepto de “dos primeros equipos”, como hizo hace varios años FC Barcelona, y subraya que “el equipo que no entienda que el fútbol femenino aporta un valor incalculable como marca va a quedarse atrás”. 

 

 

 

 

En su camino al primer nivel, tan sólo tres de cada diez niñas continúan jugando al fútbol pasado los 16 años. En este punto, Pellejero enfatiza en sus ídolos: “antes no existían los referentes en el fútbol femenino; si ahora ves a chicas que han logrado llegar a la élite, motiva y ayuda” y también cree que “la organización de torneos, como el de Bimbo®, y subiendo la apuesta general es un incentivo para las deportistas que están empezando”. 

 

Gálvez también resalta la celebración de torneos, como la Supercopa Bimbo®, que es “una pequeña parte a nivel de creación de becas y ayudas”, además defiende que las “empresas debemos invertir en el fútbol femenino”, ya que es “una apuesta de mucha calidad en este sector”. 

 

En cuanto a la estrategia de patrocinio de Bimbo® con FC Barcelona Femení, Gálvez explica que “creemos que todas las niñas deben tener esas oportunidades dentro y fuera del campo; nuestro propósito es alimentar un mundo mejor y eso invita a hacerlo desde el área social, impulsando iniciativas como la Supercopa 3 de 11 o el Sueño Bimbo®”, entre otras. 

 

En cuanto a este último proyecto, Gálvez explica que “es una plataforma en la que intentamos que niñas de alrededor del mundo puedan jugar en instalaciones en condiciones, de alto nivel, y convivan con futbolistas de primer nivel, como Aitana Bonmatí. Además, destaca que la estrategia de Bimbo® con el fútbol femenino permite “dar más visibilidad al talento de estas jugadoras, apoyarlas y que puedan llegar más lejos”. 

 

 

 

 

Aunque los patrocinadores no son los únicos que deben apostar por impulsar la base de este deporte. Malabia cree que “a nivel de fútbol formativo los grandes protagonistas son los clubes” y destaca que “los proyectos, en España, creo que se construyen desde una élite atractiva, que ayuda mucho a dinamizar la base”.  

 

Como Liga F “podemos cuidar al máximo el producto, dando la máxima visibilidad y facilitando el acceso del aficionado; los niños de ahora serán los futuros papás y mamás y se están criando en la naturalización de la mujer en el fútbol” y cataloga el cambio que está pasando como “un círculo virtuoso”. 

 

FC Barcelona fue el primer club en apostar por el fútbol femenino de primer nivel. En ese sentido, Farré admite que “la arquitectura de base viene de hace muchos años”, aunque “se ha ido evidenciando en los últimos tiempos” y lo ejemplifica con “las campañas globales del club; hace años era impensable que estuviese equiparada la visibilidad del masculino y el femenino”. 

 

La directiva del Barça es la primera en hablar de negocio: “Hay un impacto social, con un nuevo target que se acerca el fútbol femenino, pero también a nivel de negocio, con las marcas que apuestan cada vez más por este deporte”. “Ser económicamente sostenibles es una muy buena señal”, celebra Farré. 

 

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Entre los grandes retos a los que se enfrentan los clubes de fútbol femenino se encuentra “¿cómo monetizamos ese impacto social?”, se pregunta Farré, que explica que “hemos visto un gran crecimiento a nivel social y esa entrega y soporte internacional se debe ver cómo se monetiza; hasta ahora, el negocio era sólo del fútbol masculino y el mercado nos ha enseñado que esto no es así”. 

 

En línea con la idea de negocio, Malabia admite que “una de las obsesiones de la Liga F es cómo queremos que sea el producto y la experiencia”. “Estamos ya en la fase de crear el producto; más allá de las reglas en las que no podemos incidir, estamos definiendo qué quiero que como experiencia rodee todo; tenemos una oportunidad de llegar a un consumidor al que no le gusta el fútbol”. 

 

Tras jugar en España e Inglaterra, Corredera destaca dos grandes diferencias entre las competiciones domésticas: “en Reino Unido el fútbol era mucho más físico, aunque también hay un gran cambio estructural”. La exfutbolista apunta a “una asignatura pendiente de la Liga F”, haciendo referencia a la competitividad. “Hay clubes que no se creen el fútbol femenino en España y es un problema, porque el producto pierde interés”.  

 

A lo que Malabia apunta al plan estratégico de Reino Unido con el fútbol femenino: “la Federación Inglesa ha invertido cien millones de libras en los últimos años; en España, antes de 2015, el fútbol femenino estaba muriendo”. Y destaca la “falta de estrategia comercial, audiovisual y la falta de creencia” de entonces.  

 

 

 

 

Por lo que respecta a la falta de directivas, todos los ponentes comparten que escasean en el deporte. Corredera dice que “hay talento suficiente para asumir esos puestos de responsabilidad” y clama que “la mujer siempre ha sido la gran olvidada”, aunque cree que “muchas mujeres ya están derribando muros”.  

 

Pellejero va en línea con lo que comenta Corredera y admite que “en mi club, todos los directivos son hombres y también los entrenadores que he tenido”, aunque agradece que “CD Pedrejón siempre ha apostado por el fútbol femenino”. Desde el Barça se reconoce que “es evidente la falta de mujeres en cargos directivos, ejecutivos y dentro del cuerpo técnico”; sin embargo, Farré reconoce que “es algo que ya está cambiando”. Gálvez cree que se debe “predicar con el ejemplo” y eso dará “veracidad al mensaje que estamos dando a la sociedad”. 

 

En cuanto a los valores que se debe inculcar a las futbolistas, Gálvez cree que se las debe educar en “valores que no son exclusivos del fútbol, sino que son intrínsecos de la sociedad, como la confianza, el respeto, el trabajo en equipo, la perseverancia y la humildad”. La directiva de Grupo Bimbo cree que “esos valores hacen más atractivo para las empresas el invertir en este tipo de proyectos y acciones; vincularte con estos valores interesa a todo el mundo”.  

 

 

 

 

Corredera y Pellejero creen que la figura de las futuras estrellas del fútbol se basa en “el respeto y la cultura del esfuerzo”. La exfutbolista coincide con la directiva de Bimbo®, destacando que “ya ha habido un cambio de mentalidad y los niños que crecen ven que la figura de la mujer tiene la misma importancia que la del hombre”. 

 

Los ponentes concluyen su intervención analizando los pasos que marcarán el camino del fútbol femenino en los próximos años. Gálvez explica que “Grupo Bimbo® tiene el propósito de alimentar un mundo mejor y parte de ese compromiso parte de promover la equidad y fomentar hábitos de vida saludable”.  

 

Por su parte, Malabia vuelve a enfatizar en “crear un producto atractivo y que la gente esté dispuesta a consumir; somos empresas y debemos conseguir rentabilidad y sostenibilidad”, mientras que Farré cree que “el objetivo es seguir siendo un modelo referente para inspirar a clubes y jugadoras a seguir apostando por el fútbol femenino” y vuelve a ensalzar la idea de la sostenibilidad económica, “que ya está pasando.  

Corredera cree que “es un momento de trabajar de manera unida y real, creyéndose el producto y apostando por él, además de cuidarlo para que no se deteriore”, mientras que Pellejero considera que se debe “seguir hacia adelante y mantener la apuesta en las categorías inferiores”.