Alba Carrillo ha aprovechado su retiro (temporal) de la televisión para escribir sus memorias en un libro que lleva el título 'Lista para la vida'. Y, como era de esperar, la televisiva ha dedicado varios capítulos a sus relaciones con Fonsi Nieto, padre de su hijo Lucas y Feliciano López, con el que llegó a pasar por el altar.
De hecho, ha destapado algunos datos inéditos hasta ahora, como el aborto que sufrió junto al expiloto antes de convertirse en padres. Además, explica lo duro que le resultó encontrarse con su ex en los tribunales: "Me sentí ultrajada, ¿por qué no me dijo que mi sobreexposición mediática lo había saturado? El proceso fue durísimo. Nunca me ha dolido más el alma que cuando me vi frente a él en el juzgado", confiesa.
Y ha continuado: "Aún nos recuerdo llorando a los dos mientras personas ajenas hablaban sobre nuestro hijo. Salí muerta de miedo por la incertidumbre. Me sentía juzgada (así era), insegura, dolida Volví devastada a la casa (de GH VIP). Tuve que hacer un ejercicio de contención y eso me llevó al derrumbe emocional. Al terminar el concurso conocí la resolución. Nadie puede imaginar mi agonía", ha comentado.
Alba Carrillo junto a su entonces pareja Fonsi Nieto en 2011
Su relación siguiente, como todos sabemos, tampoco fue mejor. De hecho, su matrimonio con Feliciano López apenas duró unos meses: "La forma deshumanizadora en la que todo sucedió, resultó desgarradora. Acabé sumida en una depresión, sin poder dormir y rumiando día y noche las posibles razones de aquella sangría emocional", narra Carrillo.
Alba Carrillo junto a su exmarido Feliciano López en 2015
Su situación era tan grave que, incluso, llegó a ser ingresada en una clínica especializada en psiquiatría: "Por las noches me despertaba con espasmos y pesadillas, tenía sudores y destemple. Estaba exhausta de llorar. Por protocolo me quitaron auriculares, cordones y cualquier objeto susceptible de facilitar un comportamiento autolesivo".
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"No quería morirme, aunque lo llegué a verbalizar. Lo que quería era detener la mente y descansar. Mi marido no contestaba a la llamadas. No se enteró de nada, andaba pajareando. Al tercer día pedí el alta voluntaria por pánico a que la noticia trascendiera a la prensa", finaliza su desgarrador relato.