El Atlético de Madrid ya piensa en su próximo compromiso de Liga, ante el Real Betis, pero de reojo no pierde detalle de la Liga de Campeones. En la presente campaña, en tres partidos, dos derrotas. Europa no es lo que era para los de Diego Pablo Simeone. De ser un dolor de muelas para cualquier rival, incluso los más gordos, que se cruzaba con él; a ser el que parece que va al dentista cada vez que tiene compromiso continental.
¿Cuándo cambió todo eso? Bueno, pues se podría señalar la final de Milán, la de 2017. como la fecha en la que el equipo rojiblanco comenzó a dejar de ser ese equipo tan temido. Por lo menos así lo confirman los datos de Pedro Martín, en la Cadena Cope.
El Atlético de Simeone en sus 48 primeros partidos en la Copa de Europa, sumó 28 victorias, empató 11 encuentros y sólo perdió nueve. Pero a partir de la final de Milán, en estos 60 partidos hasta la fecha 24 victorias (cuatro menos con 12 partidos más disputados), empató 16 y sufrió 20 derrotas. Además de dos eliminaciones de la fase de grupos, una con premio de consolación para la Europa League y otra directamente fuera de todo torneo continental.
LAS CUENTAS
El Atlético de Madrid se encuentra en una situación complicada en la Champions League tras perder ante el Lille en la tercera jornada. Los rojiblancos ocupan ahora mismo el puesto 27º en la clasificación y necesitan prácticamente un pleno de 15 puntos en los cinco partidos restantes para entrar en el cupo de privilegiados que se saltan una ronda.
Para ello, el Atlético deberá ganar todos sus partidos en casa y arañar algo fuera. Además de visitar al PSG, los rojiblancos deben visitar los estadios del Sparta Praga y el Salzburgo, más accesibles. En casa le queda por recibir al Leverkusen y al Slovan Bratislava.