Fútbol y dinero nunca se han llevado bien. En cualquier país del mundo podemos encontrar clubes que ya no existen. Esto se debe casi siempre a la mala gestión del dinero en los clubes de fútbol.
Un ejemplo de ello es el Rangers. El Glasgow Rangers desapareció en 2012 después de acumular deudas y problemas económicos. El club escocés se refundó ese mismo año aunque tuvo que comenzar desde la cuarta categoría. Continuó utilizando mismo estadio, escudo y colores solo que cambió a The Rangers Football Club. A día de hoy compite con el Celtic por demostrar quién es el mejor equipo de Escocia.
El Parma se declaró en bancarrota en 2015 lo que llevó a su desaparición. Al igual que el Rangers, se refundó el mismo año de su desaparición para competir también en la cuarta categoría nacional. Con tres ascensos consecutivos, en 2018 volvió a primera. Actualmente juega en la máxima categoría italiana.
El Wimbledon FC fue un conocido club en Inglaterra en los 80 y los 90 debido al comportamiento salvaje de alguno de sus futbolistas. Llegó a ganar la FA Cup en 1988. Sin fondos para construir un nuevo estadio, decidieron mudarse a Milton Keynes. Así, en 2004 se convirtió en el Milton Keynes Dons. Sus hinchas no aceptaron este cambio y refundaron el club con el nombre de AFC Wimbledon, utilizando los mismos colores y un escudo parecido. Comenzaron en la novena categoría. Actualmente el AFC Wimbledon juega en League Two, la cuarta categoría inglesa.
El Dnipro logró en 2015 llegar a la final de la Europa League que perdió ante el Sevilla. De los clubes mencionados anteriormente es el único que se fue para no volver. En 2017 fue descendió a segunda por impagos y en 2019 a tercera. Finalmente desapareció ese mismo año. Un año después de la desaparición del Dnipro, el otro club de la ciudad, el Dnipro-1 subió a primera. Desde entonces se ha convertido en el club referencia de la ciudad ucraniana de Dnipro.