La selección española de fútbol tiene la medalla de oro a dos victorias. Tan cerca y tan lejos a la vez. El combinado de Santi Denia todavía no ha destapado el tarro de las esencias, pero excepto en el partido contra Egipto -el día que se lo podía permitir- está cumpliendo. Ya está en semifinales tras vencer (0-3) a Japón con doblete de Fermín (11', 73') y un tanto final de Abel Ruiz.
Por momentos, seguramente por las altas temperaturas, da la sensación de que a los españoles les falta un puntito de chispa, toda la que le sobra a Fermín López, centrocampista del FC Barcelona, que desde Francia le está mandando un claro mensaje a Hansi Flick: Está para ser importante.
Ante Japón anotó los dos goles del partido con tiros desde la frontal, una de sus principales virtudes. El primero con la izquierda y por abajo. El segundo con la diestra y por arriba. A falta de fútbol, 'Ferminator' y sus bombazos. Ambos disparos pasaron cerca de Kokubo, pero el portero no supo como desactivar la potencia del de El Campillo.
Cada vez que juega Fermín se cuenta con que es capaz de meter la cabeza en una lavadora si es necesario con tal de ayudar a sus compañeros. Es intensidad, ganas, ilusión y perseverancia. Nunca deja de intentarlo, y eso tiene premio. Cada vez que está cerca de un rival le presiona para quitársela. Y aunque algunas veces no lo consiga, al final el trabajo da sus frutos. Misma receta emplea con los chutes, cada vez que está cerca del área carga la pierna y lo prueba. A veces se le va a las nubes y otras no conecta bien con la pelota, pero a base de insistir don Fermín López, al que nadie le ha regalado nunca nada, consigue lo que se propone.
España quiere el oro y Fermín está marcando el camino para hacerlo. Cuatro partidos jugados y tres goles marcados. Los tres evidenciando lo que es como futbolista. La perseverancia hecha futbolista.
Por si los goles, el trabajo y el liderazgo fuera poco, que no lo es, en el campo del Olympique de Lyon sacó su lado más virtuoso. Tiró regates, caños, filtró pases al hueco y se gustó. Fermín vale oro y está guiando a España para conseguirlo.