Chuck Liddell contra Tito Ortiz: un odio enquistado a principios del siglo XXI

UFC / ANATOMÍA DE UNA RIVALIDAD

Los dos combates disputados en la UFC los ganó ' The Iceman', aunque el luchador de ascendencia latina se apuntó un ansiado triunfo en esta rivalidad en otoño de 2018

Chuck Liddell golpea a Tito Ortiz durante uno de sus enfrentamientos en la UFC

Chuck Liddell golpea a Tito Ortiz durante uno de sus enfrentamientos en la UFC

MD

No fueron los primeros, pero muy probablemente sí que fueron unos de los más icónicos. La rivalidad que mantuvieron Chuck Liddell y Tito Ortiz es una de las más icónicas en la historia de las artes marciales mixtas y una pugna clave en el crecimiento de la UFC en la década de los 2000.

Lo peor para la empresa había pasado, con la llegada de Dana White y los Fertitta, que evitaron la bancarrota y que la empresa tuviera que bajar la persiana antes de llegar ni siquiera a la década de vida.

No solo fue una pelea entre dos de los mejores luchadores de peso semipesado de su época, sino que representó el auge del deporte en la cultura popular… entre dos tipos que habían sido compañeros de gimnasio (algunos especulan que incluso amigos), pero a quienes el deporte volvió amargos rivales.

Dos representantes de la vieja guardia

Si el Royce Gracie contra Ken Shamrock fue la primera gran rivalidad de la empresa en sus inicios, se puede decir que este Liddell contra Ortiz (que ocurrió dos veces en UFC y una tercera fuera del octágono) es una de las primeras rivalidades de la época de esplendor o de ascenso de la empresa de White.

Y es que ambos compartían la pasión por el deporte entendiendo los combates como un brawl, donde es más importante la obsesión por ir a dejar al rival fuera de combate que por intentar protegerse de su ofensiva.

El caso de Liddell, The Iceman, es paradigmático: el excampeón del peso semipesado y miembro del Salón de la Fama desde 2009 perdió nueve combates en su trayectoria profesional. Siete de estas nueve derrotas llegaron vía KO.

Reportaje MD

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Más allá de los puntos en común, lo cierto es que entre ambos había también grandes diferencias, lo que ayuda también a cimentar esta némesis entre ambos es el hecho que Ortiz era de los que calentaban el enfrentamiento antes de que llegara (incluso usando camisetas para mofarse del rival, si era necesario), mientras que Liddell era más partidario de que sus puños, codos, rodillas y piernas hablaran por él.

La relación entre ambos se fue enfriando y, aunque ambos habían dicho en conferencias y entrevistas que jamás se cruzarían en un octágono, en 2002 ya no se hablaban. Eso, sin embargo, podía llegar a ser bueno para la empresa y para los fans: un enfrentamiento entre ambos ya no estaba descartado. Y no tardaría en darse.

Liddell vuelve de Japón por la puerta grande

El primer cara a cara de la rivalidad entre ambos fue el 2 de abril de 2004 en el evento principal de UFC 47, PPV celebrado en el Mandalay Bay de Las Vegas. It’s on! (que se podría traducir como ¡Va a ocurrir!) fue el lema elegido para promocionar la pelea entre The Iceman y Ortiz.

Liddell, cuyos dos últimos combates habían sido en Japón, noqueó a Ortiz en el segundo asalto, con un KO brutal que le consolidó como uno de los tipos con un mejor golpeo de la división.

Además, fue el inicio de su camino hacia el cinturón, que ganaría apenas un año más tarde, en abril de 2005, con otra actuación icónica contra Randy Couture, al que logró dejar de combate, ganando, aparte del cinturón, el premio al KO del año.

Ortiz terminó muy tocado por el resultado, y consideró que la rivalidad entre ambos solo había hecho que comenzar. Y el chico malo de Huntington Beach tenía toda la razón.

Algo más que el orgullo en juego: un título mundial en liza

El tiempo que transcurrió entre el primer y el segundo enfrentamiento tuvo un denominador común: ambos ganaron todas las luchas que afrontaron.

Liddell, campeón, vivió una plenitud y ejerció un dominio incontestable contra rivales como Jeremy Horn, Renato Sobral y el mismo Couture.

“Me encantará volver a pelear contra Tito”, aseguró Liddell antes de la contienda. Pero el campeón fue más allá y, en una declaración poco habitual, aseguró que volvería a dejarlo fuera de combate. “Mis fans siempre me preguntan cuando volveré a noquearle. Esta vez será para ellos”, añadió.

Por su parte, Ortiz pasó página de la amarga derrota ganando contra Patrick Coté, Vitor Belfort, Forrest Griffin y Ken Shamrock (este último, en dos ocasiones). La racha de victorias le sirvió para rearmarse moralmente y para lograr una oportunidad titular contra The Iceman.

“La primera vez que peleamos, no estaba contento y no quería pelear. Ahora que los tiempos son mejores, quiero volver al octágono y seguir dominando”, dijo Ortiz antes del combate.

Pero en casi todos los combates únicamente hay un vencedor y el combate del 30 de diciembre de 2006 terminó como el del 2 de abril de 2004: con Liddell levantando los brazos y Ortiz mirando las luces del techo.

Otras entregas de la serie

El epílogo de la serie, cortesía de Oscar de la Hoya

En el siguiente combate, Liddell perdió el cinturón contra Quinton Rampage Jackson. Por su parte, Ortiz se vio las caras contra Rashad Suga Evans en una contienda que terminó en empate.

De algún modo, los dos veteranos se enfrentaban, tras su segundo cara a cara, contra los siguientes grandes nombres de la división de los pesados. De hecho, ninguno de los dos volvería a estar cerca del título en la UFC.

El último combate de Liddell en UFC fue en junio de 2010 contra Rich Frankin (derrota) y en invierno de ese año anunció su retirada. Por su parte, Ortiz todavía tendría un recorrido en la empresa de White hasta verano de 2012 (poco brillante y con más derrotas que resultados positivos).

Y aunque el cara a cara estaba 2-0 a favor de Liddell, no hay serie que se precie que no termine con un tercer enfrentamiento. Para ello fue necesario que el hombre de hielo saliera del retiro… y que un ilustre del boxeo, Oscar de la Hoya, les diera el escenario para que lo hicieran.

Inglewood, una localidad vecina a Los Angeles, fue el escenario elegido, en noviembre de 2018, para Golden Boy Promotions: Liddell vs. Ortiz 3, que le daría a Ortiz la ansiada victoria.

Como había pasado en los anteriores encuentros, tampoco hizo falta esperar a las valoraciones de los jueces: un mataleón hizo que Liddell se rindiera ante su antiguo amigo, con quien mantuvo una encarnizada y recordada rivalidad.

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