Los protagonistas son nuevos pero la pregunta es la de siempre: ¿puede ser penalti lo de Nyom sobre Rüdiger? Y la respuesta abre varios caminos. Para la mayoría, incluido el equipo arbitral, sí. 'Penaltito', aunque suficiente. Pero hay más: ¿ese penalti se pita siempre en todos los campos, en todas las áreas? No. De ninguna manera. Y ahí nace el dilema. O sigue su curso, más bien, porque esto no acaba nunca, pero es cierto que Hernández Hernández, árbitro controvertido donde los haya, pecó de casero esta tarde en el Bernabéu y eso le facilitó la victoria al Real Madrid que se 'agarra' a LaLiga. Se queda a uno del Barça con un partido menos.
Dicho esto, el penalti ayudó pero no decidió. El Real Madrid, necesitado de una victoria tras la noche negra de Anfield y la posibilidad de alcanzar al FC Barcelona, era el gran favorito para tener una tarde plácida y así fue. Mbappé, señalado, se desquitó con un gol 'de los suyos' aunque no sin volver a dejar jugadas grises de las que antes sí convertía en gol. Sobre todo un mano a mano que falló una vez que estaba frente a la portería a vacía y que le va a dejar pensando toda la semana. También a la afición, que le apoya, sí, le entiende, pero sabe mejor que nadie que el chico no está a su nivel, que no arranca. Un sí pero no.
Aún con todo esto -pensarán en Chamartín- misión cumplida: victoria y a otra cosa. Pero eso solo será un análisis resultadista y poco profundo pues aún queda mucho por hacer para convencer. Empezando por la Champions, donde se han complicado más de la cuenta y por la Liga, donde la semana que tocan dos visitas que de nuevo exigirán al nivel de un cruce europeo: Bilbao, San Mamés, y Girona, Montilivi. Eso sí son dos exámenes de nivel. Sobre todo para Mbappé.